Última Actualización octubre 18th, 2022 8:09 AM
Feb 24, 2019 La Quinta Pata Latinoamérica Comentarios desactivados en El Estado Plurinacional llega al cielo
Panoramas desde la Casa Grande del Pueblo y “Mi Teleférico”: La nueva Bolivia, la del Estado Plurinacional, inclusiva y con un desarrollo económico sin igual, la tierra de los colores del arco iris donde el sol es alcanzable, parece haber conseguido fijarle fecha de caducidad al colonialismo y al neoliberalismo que aún insisten en volver a sus países hermanos, caídos en las garras codiciosas de las minorías conquistadoras transnacionales.
Ese proceso que abrió el tiempo nuevo comenzó aquel 18 de diciembre de 2005 cuando Evo Morales y Álvaro García Linera, candidatos a presidente y vicepresidente por el Movimiento al Socialismo, ganaron las elecciones por absoluta mayoría ante una oposición pasmada y quedada en sus viejas prácticas políticas.
Trece años después, el 9 de agosto de 2018, ese proceso de cambio, esa revolución democrática-cultural y luego científico-tecnológica a partir de los firmes pasos de las nacionalizaciones y la industrialización, inauguraba la Casa Grande del Pueblo, otro de los símbolos de la agonía del arcaísmo de las clases dominantes históricas.
Calificada de mole «ostentosa», de «Palacio de Evo» por la prensa canalla, la Casa del Pueblo se destaca precisamente por lo contrario. Sus líneas sencillas y simétricas, trazadas en base a expresiones artísticas ancestrales, de la misma manera que hoy se recuperan saberes comunitarios que se aplican en políticas sociales, económicas y culturales; albergan sólidamente a la presidencia, la vicepresidencia, cinco ministerios y la residencia del presidente, reduciendo así el gasto de alquiler de numerosos edificios públicos.
Todo en ella es un simbolismo plurinacional, desde los diseños exteriores hasta los interiores. Allí conviven en complementariedad la Pachamama, el tata Inti, la naturaleza y sus guardianes, el jaguar, el cóndor, la serpiente, el puma, con los héroes históricos y los recientemente desaparecidos, revolucionarios líderes de los pueblos originarios y de la clase media del país. La reivindicación marítima también tiene su lugar así como el pueblo boliviano omnipresente.
Ciento veinte metros más arriba, desde la terraza/helipuerto, se puede apreciar la mejor vista del custodio ancestral de la ciudad de La Paz, el lugar por donde nace el Sol, el J’acha Achachila, el monte Illimani. Desde allí también se divisa el símbolo planetario de la revolución industrial que lleva a cabo el gobierno del presidente Evo Morales, la maravilla tecnológica que trajo el futuro al transporte diario de pasajeros, un sistema ultra eficiente y confortable para las ciudades de La Paz y de El Alto.
El gobierno del presidente Evo Morales tomó los cielos aquel 30 de mayo de 2014, fecha oficial de la inauguración de la primera línea del teleférico -la roja- que conecta la vieja estación central del ferrocarril -ahora remodelada en estación de Teleférico- con el famoso y gigantesco Mercado 16 de Julio, de El Alto.
En pocos años, esa red urbana del teleférico se desarrolló como la más extensa y más alta del planeta y se siguen inaugurando tramos que interconectan las diferentes líneas entre sí. Un sistema de transporte que soluciona de la manera más eficaz del mundo los problemas de tránsito de las urbes. Y, como la Casa Grande, otra maravillosa metáfora que demuestra en la realidad hasta dónde puede llegar la voluntad inquebrantable de un pueblo en movimiento en sus sueños de tocar el cielo con las manos.
Un paseo por la historia y el futuro
La Casa Grande del Pueblo está abierta al público los sábados de 9 a 12 horas. Las visitas a la nueva sede de gobierno son gratuitas y sólo se requiere llevar el carnet de identidad.
Del subte al teleférico
Por G. B.
Como argentina acostumbrada a viajar por los túneles subterráneos de la ciudad de Buenos Aires en hora pico, con un status poco recomendable de sardina enlatada, en un vagón relleno, el hecho de pasar a ser una pasajera cómodamente sentada en una espaciosa cabina vidriada con visión panorámica, deslizándose por un monocable en el cielo de la ciudad de La Paz, Bolivia, no tiene precio.
No más ahogos, ni manos ajenas en la cartera, o en algún otro lugar más pudendo de la anatomía, aferrándonos al celular como a la vida misma; en el teleférico sólo hay paz, escasa compañía -10 personas pueden subir a cada cabina, todos sentados-, el celular en uso para fotografiar la belleza de Los Andes, de esas montañas pavimentadas y transformadas en una ciudad imposiblemente alta. Incluso, en horas pico, la operación es rápida y eficiente, de modo que nunca se espera más de unos minutos en una larga cola que las cabinas del teleférico van tragando sin pausa.
Diez minutos de ida o de vuelta eliminan el estrés causado por el tránsito de calle y tiempo de vida que lleva el viaje por tierra. Vista bellísima, viaje corto, confortablemente sentados y wi-fi, el teleférico es un símbolo de la revolución industrial que lleva a cabo el gobierno del presidente Evo Morales. Un milagro para una porteña con horizonte ensardinado.
Con ojos de pájaro
Por S. M.
No se trata de un cuento de ciencia ficción sudaca ni me tragué una píldora de propaganda institucional. Verdaderamente el teleférico es un lujo en todos los sentidos y una realidad de una dignidad tan cotidiana que es conveniente no naturalizar y valorar a diario. Porque como me dijo un profesor español en plan de sugerencias de notas, “yo haría algo sobre Evo Spiderman, que se ha montado una red colorista aérea para superar que me parece maravillosa. No acaba con el desastre de los autos, pero ha solucionado la vida de mucha gente. Un recorrido humano por esas autopistas del cielo y conversar con la gente da mucho juego. Mirar hacia abajo mientras se recorren las líneas te hace ver cómo es la vida de la gente, es como ir en un dron. Los barrios y casas de los ricos y las zonas más deprimidas, todo está ahí, a la vista de todos. Las fotografías son únicas. Esa ciudad es única”.
Y sí, volar en teleférico por estos cielos es un placer para los sentidos y para los súbitos arrebatos humanos del corazón. Y lo escribo en esta Bolivia del sol, creyente de sí misma y sabedora de que la leyenda malograda del viaje de Ícaro le puede seguir siendo ajena mientras mantenga las panorámicas en el recorrido perpetuo de su identidad, clave de todo presente y futuro.
FOTOS:
Portada: La inmensidad paceña con el cerro Illimani al fondo.
(1): Plaza Murillo desde la Terraza de la Casa Grande.
(2): Mural de Guillermo Tejerina: “Identidades regionales”.
(3): Cuadro de Héctor Hidalgo: “Amazonia Pandina”.
(4): Mural de Roberto Mamani Mamani: “Suma Qamaña”.
(5): Barrio de Sopocachi con el Illimani de fondo.
(6): Helipuerto de la Casa Grande del Pueblo.
(7): Línea Blanca de “Mi Teleférico” con lluvia sobre avenida Busch.
(8): Línea Amarilla de “Mi Teleférico” al caer la tarde desde el Mirador Qhana Pata.
Galería
Oct 18, 2022 Comentarios desactivados en A los Manetazos o una respuesta que pone en disputa el estado de verdad
Oct 08, 2022 Comentarios desactivados en “Una traición en este oficio no se le niega a nadie”
Oct 25, 2020 Comentarios desactivados en Nuestra América logra victoria estratégica en Bolivia
Sep 20, 2020 Comentarios desactivados en Organizaciones sociales de América Latina en solidaridad con Colombia
Oct 02, 2022 Comentarios desactivados en ¿Cómo les fue a las principales empresas argentina en los últimos años? Ventas, rentabilidad y costos laborales
El presente informe tiene por objetivo analizar el estado de situación de las empresas más grandes de Argentina. Para ello se utilizan como base de análisis los balances de las principales firmas industriales y de servicios con Estados Contables disponibles en la Argentina. El informe que se...Sep 02, 2022 Comentarios desactivados en Informe fiscal: análisis de los ingresos, gastos y resultados del Sector Público Nacional – Datos a julio de 2022
Jul 27, 2022 Comentarios desactivados en Informe fiscal de junio 2022: menores gastos en subsidios y mayores en obra pública
Jul 26, 2022 Comentarios desactivados en ¿Qué pasó con el cuerpo de Evita?
por Pablo Vázquez / Agencia Paco Urondo En la noche del 23 de noviembre de 1955, a poco del golpe cívico militar contra Perón, un comando del Ejército al mando del teniente coronel Carlos Eugenio Moori Koenig, Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), ingresó al edificio de la CGT...