Última Actualización octubre 18th, 2022 8:09 AM
Últimas Notas
- A los Manetazos o una respuesta que pone en disputa el estado de verdad
- “Una traición en este oficio no se le niega a nadie”
- Excelente desempeño de la Selección Argentina de Boccia en torneo internacional
- Las mujeres duplican a los varones en horas diarias dedicadas a tareas de cuidado
- Litio para principiantes: lo poco que se dice de los territorios, y ¿quiénes están detrás?
Escribiendo
- Trayectoria - junio 14, 2020
- Frente al avance del nazismo - junio 7, 2020
- Aprender con las caídas - mayo 31, 2020
Las palabras son escalones. Las letras son ladrillos. Hago mi casa y la habito. Leo el mundo alrededor y me leo en lo que escribo.
El libro no es sólo para ser leído. Es también compañía y posibilidades. De crecer y aprender. De arraigarme y expandirme. De integrarme en un pasado que no habría conocido de otro modo, y proyectarme en un futuro que se confunde con el infinito.
De coser puentes con gente y lugares que pasan a ser míos cuando leo escribo. Es domingo de elecciones generales en Brasil. La democracia acosada. La sombra del fascismo sobre el país.
Y en medio de este tejido fino que trata de reconstruirse tenazmente, la suma incesante de esperanzas que se niegan a doblegarse. Una humanidad diversa y poderosa en su simplicidad, que sabe de sí, que trata de reenraizarse cada vez que la tratan de extinguir.
En este contexto, en este clima que sobrepasa fronteras, estas palabras son un esfuerzo de reesperanza. Se reescribe, sí, la historia, cada vez que un pueblo se pone de pie y sigue en marcha por su dignidad.
Artículos relacionados
Más en esta categoría
La Región
Opinión
Radio Tierra Campesina
Mendoza en fotos
Libros y reseñas
