La Biblia castigada por sanciones económicas de Trump

Oct 06, 2019 La Quinta Pata Opinión Comentarios desactivados en La Biblia castigada por sanciones económicas de Trump

Por Alfredo Saavedra

Con la imposición de sanciones económicas a China, por la administración del Presidente Trump, en los Estados Unidos, se ha visto afectada la industria de la Biblia, cuya impresión tipográfica mayoritaria se realiza en el país asiático, con lo que resulta paradójico que la industria estadounidense en ese rubro tenga que depender de la producción de ese texto religioso en un estado de política oficial adversa a la de esa nación.

La información la suministra un despacho de la prestigiada agencia noticiosa Associated Press, que en su titular sugiere a los creyentes que eleven sus oraciones para que se resuelva el problema, originado por lo que se denomina “guerra comercial” y que con la imposición de impuestos a las importaciones desde China ha creado una carestía de tal libro en los Estados Unidos.

Crisis debida -agrega la información- a que más de 150 millones de Biblias son impresas anualmente en China (es de inferir que la impresión es más barata con los chinos) con lo que los publicadores en los Estados Unidos dirigen su demanda del producto hacia esa nación. Dice el despacho de prensa que críticos estiman que las tarifas impuestas a las exportaciones de China y que afectan a la Biblia, elevará su precio para los consumidores y afectará a las organizaciones cristianas que reparten biblias de forma gratuita.

Se informa que las dos más grandes empresas publicadoras de la Biblia en Estados Unidos, las casas Zondervan y Thomas Nelson, bajo el consorcio HarperCollins, invierten un 75 por ciento del costo total de impresión del libro en China, donde se prefiere hacer la impresión por su bajo costo de producción y donde no se tiene el riesgo de apropiación de derechos, por la naturaleza del sistema político en esa región. En ese particular, cita el reporte, el presidente de la asociación de publicadores evangélicos Stan Jantz, refirió que más de la mitad de producción de biblias tiene lugar en China.

Debe recordar el lector que desde principios del siglo pasado los Estados Unidos lanzaron por medio de las organizaciones evangélicas, una distribución masiva de ejemplares de la Biblia hacia diferentes latitudes del mundo, en lo que ha sido analizado por críticos de la política estadounidense como penetración ideológica, a pesar de no ser visto así por el evangelismo oficial

El científico Lawrence Kraus, prestigioso sociólogo y profesor universitario, en reciente análisis dijo que en la juventud de los Estados Unidos se ha reducido sustancialmente el interés por la religión, criterio avalado por otras fuentes que elogian o critican el fenómeno, pero que en conjunto apuntan a señalar que el interés de las nuevas generaciones se orienta hacia opciones más diversificadas en un proceso que de forma determinante tiene a la informática del Internet como rectora de las disciplinas que interesan a la juventud y al público.

Sin embargo, la Biblia como objeto de consumo popular, tiene mercado en sectores de la población dominados por los cultos practicantes de un cristianismo que va desde el prevaleciente evangelismo de la televisión, desprestigiado por sus métodos en muchos casos ilícitos, hasta los cultos primitivos en regiones del globo donde masas de analfabetismo endémico ven la Biblia como un talismán, ignorando su contenido, dentro de un proceso de valoración mágica del libro.

En todo caso, dentro de la diversidad de tendencias que conforman el conjunto del evangelismo en el mundo, hay un abundante mercado con una considerable demanda de la Biblia, aunque ya no sea un atractivo libro para un público cada vez más receptivo a la crítica, basada en función de los efectos de una educación laica que ha establecido cada vez más su presencia no solo en la escolaridad básica sino en la cátedra universitaria que motiva el énfasis en el conocimiento para una concepción científica del mundo.

Finalmente algunos conceptos relacionados con la Biblia. «La Biblia no es mi libro ni el cristianismo mi profesión. Nunca podría dar mi consentimiento a las largas y complicadas declaraciones del dogma cristiano». [Lincoln]

«No puedo imaginar un Dios que recompense y castigue los objetos de su creación, cuyos propósitos se modelan según el nuestro: un Dios, en resumen, que no es más que un reflejo de la fragilidad humana. Tampoco puedo creer que el individuo sobreviva a la muerte de su cuerpo, aunque las almas débiles albergan tales pensamientos a través del miedo o el egoísmo ridículo”. [Einstein]

«No puedo creer en la inmortalidad del alma… No, todo esto habla de una existencia para nosotros, como individuos, más allá de la tumba. Eso está mal. Nace de nuestra tenacidad de la vida, nuestro deseo de seguir viviendo… nuestro temor de llegar a su fin”. [Edison]

«La religión es un subproducto del miedo. Durante gran parte de la historia humana, pudo haber sido un mal necesario, pero ¿por qué fue más malvada que necesaria? ¿Acaso matar gente en nombre de Dios no es una demostración de locura?» [Arthur C. Clarke] «Las religiones son todas iguales, basadas en fábulas y mitologías». [Thomas Jefferson]

«La religión se basa principalmente en el miedo… miedo a lo misterioso, miedo a la derrota, miedo a la muerte. El miedo es el padre de la crueldad, y por lo tanto no es de extrañar que la crueldad y la religión hayan ido de la mano… «Mi opinión sobre la religión es como sigue: la considero una enfermedad nacida del miedo y una fuente de miseria indecible para la raza humana». [Bertrand Russell]