La importancia del pensamiento propio frente a la crisis global

Ago 11, 2019 La Quinta Pata Latinoamérica Comentarios desactivados en La importancia del pensamiento propio frente a la crisis global

Con el objetivo de la integración y ante «la necesidad de comunicarnos», se realizó en Santiago de Chile el Seminario «Diálogo entre Pueblos en el Camino del Vivir Bien», con la participación de David Choquehuanca, que abrió la posibilidad de que el año próximo se haga en Bolivia, y Hugo Moldiz.

Sebastián Moro para Prensa Rural

En el marco de muy diversas actividades por la «Semana de la amistad y cultura boliviana» (http://la5tapata.net/bolivia-y-chile-un-mismo-pueblo-por-el-camino-del-dialogo/), tuvo lugar el 7 de agosto el encuentro de intelectuales y militantes organizado por el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Chile y el Centro de Estudios Francisco Bilbao en la Casa Central de dicha institución académica en la capital chilena.

En un crudo contexto regional y global, el ex canciller del Estado Plurinacional y actual secretario general del ALBA, David Choquehuanca (http://la5tapata.net/los-caminos-y-las-respuestas-estan-los-confines/), y Hugo Moldiz, periodista integrante de la Red de Intelectuales Progresistas, fueron los invitados bolivianos a fin de compartir sus lecturas del presente histórico y la experiencia registrada por el proceso de cambio.

Choquehuanca ponderó el encuentro porque, además, se produjo tras la reciente realización del Foro de Sao Paulo en Caracas, donde más de 200 movimientos de todo el continente, «herederos de la lucha contra el Alca y que promovieron gobiernos revolucionarios y populares frente a 500 años de capitalismo», se expresaron en contra del colonialismo y el neoliberalismo.

El tejido en común

Con visible buen humor y siempre con tono pedagógico, Choquehuanca explicó en el comienzo de su exposición que se encontraba «feliz de estar aquí», aunque no agradeció ya que «‘gracias’ no es una palabra que exista en nuestros idiomas milenarios». Aprovechó entonces para destacar que este 2019, en el marco de Naciones Unidas, es el Año Internacional de las Lenguas Originarias, en las cuales «tampoco existen ni la palabra ‘raza’ ni la palabra ‘amigo’, pero sí la palabra ‘hermano'». Entonces puso el dedo en la llaga: «¿Será que no había racismo en nuestro continente? ¿Será que por eso recordamos el 12 de octubre? (https://www.prensarural.com.bo/portada/choquehuanca-en-bolivia-hemos-despertado-caminamos-y-somos-un-faro/)»

A continuación consideró que tanto su participación como la de otros invitados, obedecía a «una obligación entre hermanos» y continuó con su disquisición idiomática al explicar que entre aymaras se utiliza la expresión ‘Jallalla’ «antes de comer y cuando terminamos, o cuando empezamos los cimientos de una casa y luego cuando la techamos y festejamos». «Son códigos preservados por nuestras culturas milenarias porque todo lo que tenemos que hacer es por la vida del ‘Taj Pacha’ (todo lo que existe), porque no se trata sólo de la vida de los seres humanos, tenemos que superar el etnocentrismo, el antropocentrismo y el eurocentrismo, estamos en tiempos de despertar nuestra rebeldía, nuestro ‘larama’ (rebeldía con sabiduría). ¡Jallalla, hermanos!», apuntó.

Choquehuanca compartió entonces sus conocimientos: «Los pueblos indígenas nunca nos hemos dado por vencidos ni hemos dejado que se aplaste nuestra esperanza. Sabemos que nuestro arribo ha de llegar, por eso no nos hemos desesperado, seguimos hablando nuestros idiomas, practicando la cultura de la unidad y queremos compartir esta ideología de la hermandad, la esperanza y la felicidad con el resto de nuestros hermanos. Hemos empezado a recuperar el pensamiento propio que nos dice que buscamos el bienestar de todas y todos sin necesidad de dominar a nadie, queremos esta cultura de armonía y paz que se reavivará mientras existamos nosotros».

«Necesitamos conocernos más, generar confianza, ponernos de acuerdo y tejer nuevas propuestas y nuevas esperanzas entre todos, personas que pertenecen a organizaciones políticas, intelectuales, progresistas identificados con la justicia social que luchan contra la explotación, que defienden nuestra naturaleza, que están conscientes de los problemas que nos trae el cambio climático. Necesitamos analizar los problemas que se avecinan por la crisis hídrica, ver con qué estamos alimentando a nuestros hijos y toda una serie de cosas porque no estamos bien en ningún lado. Hay un desorden mundial al que llaman ‘crisis global del capitalismo’ y, frente a esta crisis del modelo de desarrollo occidental, tenemos que construir de manera comunitaria propuestas globales».

«Los problemas que nos ha generado este modelo, como la pobreza y las migraciones, son globales. Todo está en crisis, ningún país ni ninguna organización, por sí solos, tienen la capacidad de enfrentar esto de manera aislada. Nos necesitamos todos, aquí tienen que participar nuestras hermanas mujeres, los jóvenes, los indígenas, los científicos, los profesores universitarios, los mineros, los maestros, todos necesitamos escucharnos».

«Necesitamos descolonizarnos, nuestra lucha es contra el colonialismo externo e interno. Hemos venido a construir hermandad, no somos de la cultura del enfrentamiento ni de la división, somos de la cultura de la complementariedad y de la unidad, que es algo sobre lo que tenemos que trabajar en la región para continentalizar la lucha y fortalecer estas causas de integración, felicidad y justicia social. Nos conocemos y no somos pocos, si vamos a salir al encuentro somos millones, lo que necesitamos es crear y tejer espacios de discusión y encuentro, de generación de propuestas y recuperación de saberes para garantizar una vida sana a las nuevas generaciones».

Hora de despertar y cultivar

Antes de ceder la palabra a Moldiz, Choquehuanca señaló algunas problemáticas puntuales: «Quiero manifestar nuestra solidaridad y reavivar la determinación del Foro de Sao Paulo, donde se reunieron líderes y movimientos sociales que llegaron al consenso de defender la revolución bolivariana, que no sólo es de los venezolanos, sino de todos nosotros. Valoramos la resistencia de ese noble pueblo y le expresamos que no están solos, pero tenemos que tener la capacidad de hacer visibles esas manifestaciones porque el ataque es cada vez más duro y a todo el continente, a las luchas sociales, a quienes defienden las soberanías de nuestros pueblos».

«Lo que quieren es estrangular y mañana podemos ser cualquiera de nosotros, de nuestras organizaciones y de nuestros países, por eso hay que cultivar la solidaridad con quienes defienden la dignidad de los seres humanos. A Assange, a Snowden, a Lula los estamos dejando solos y necesitamos saber su lucha y sus ideales. Lo mismo con Palestina y Venezuela, ¿por qué tanto ataque y tanta persecución? ¿será que tienen miedo?»

«Ahora también hay manifestaciones de neofascismo en todo el mundo, ellos quieren resurgir aprovechándose del aparente adormecimiento de nuestros pueblos, necesitamos despertar y que nuestros pueblos tengan la capacidad de leer con sus propios ojos qué es lo que está pasando en nuestro entorno porque pareciera que nos están acostumbrando a tantos problemas. Es hora de expresar lo que pensamos y lo que sentimos. Tenemos que salir de nuestro enclaustramiento y reavivar a los movimientos sociales, a los luchadores».

Geopolítica, amenazas y oportunidades

El abogado, periodista y académico Hugo Moldiz, quien también tuvo un fugaz paso por el tercer gobierno de Evo Morales, fue el complemento ideal de la exposición de Choquehuanca, añadiendo una interpretación geopolítica. Apuntó Moldiz: «El momento es difícil, hay una contraofensiva imperial sin precedentes en América Latina. Estados Unidos quiere mantener su condición de hegemón y para eso necesita tener el control de la región porque no va a poder encarar con resultados satisfactorios esta disputa política mundial si no cuida su patio trasero, si no tiene su campo de retaguardia a favor suyo. Para eso necesita acabar con todos los gobiernos progresistas y de izquierda que no dejan de tener contradicciones, pero que de todas maneras representan un avance, y al mismo tiempo evitar que los pueblos y las fuerzas sociales progresistas, donde no son gobierno, se encaminen en esa dirección».

«Es una lucha dura y es la única manera que tiene Estados Unidos de enfrentar una construcción de bipolaridad de nuevo tipo que, más que ideológica como hemos conocido hasta la caída de la Unión Soviética, es una bipolaridad geopolítica que amenaza esa condición hegemónica por el avance chino, el resurgimiento ruso o el despertar turco, un mosaico de países que no son afines ideológicamente pero sí geopolíticamente».

«El Abya Yala siempre ha sido el objetivo de Estados Unidos, no es algo reciente, la historia de América Latina y del Caribe está plagada de intervenciones que actualmente son mayores y multidimensionales en tanto amenaza militar, política económica y también cultural a través de nuevas formas de recolonización. La supremacía norteamericana en el mundo ya no se mantiene por su fortaleza económica o ideológica, que hoy están seriamente cuestionadas, sino por su fortaleza simbólica y por el poderío militar, aunque no tanto por su desarrollo tecnológico como por la cantidad de bases militares que tiene instaladas en todo el planeta».

«Debemos admitir de manera autocrítica que todos los gobiernos que distribuyeron la riqueza como nunca se hizo en el pasado, han generado un efecto no deseado que es construir consumidores antes que sujetos históricos protagonistas de sus cambios. Es un efecto inevitable porque durante esta larga reparación de la deuda histórica, dejada sobre todo por el neoliberalismo, al no estar acompañada por la generación de consciencia, como bien nos advierte Fidel Castro, han logrado penetrar en lo más profundo de la gente, en su cotidianeidad, para reproducir el capitalismo. Por eso nuestra lucha es contra el colonialismo externo y contra el colonialismo interno, que a veces es mucho más grave porque uno termina haciendo lo mismo, o peor, de lo que criticaba».

«Hay diferentes acercamientos a la concepción del Vivir Bien, el mío es un acercamiento marxista que analizaré en Santiago y en Concepción, con Atilio Borón, para reflexionar sobre la reconfiguración del mapa latinoamericano y la amenaza que representa Estados Unidos para nosotros, para el planeta y, de manera muy particular, para revoluciones como la cubana, la venezolana y la nicaragüense, que se mantienen firmes pese al gran acoso imperial que las pone en la primera línea de enemigos. Para ellos nuestra más absoluta y militante solidaridad».

Qhapac Ñan, Vivir Bien, el mar, Bolivia

El «compartir experiencias y sueños» no quedó reducido a los ámbitos militantes y académicos sino que, tanto Moldiz como Choquehuanca, participaron en diversas actividades culturales y de difusión en medios de comunicación. En una afable entrevista realizada por Radio Universidad de Chile, el actual secretario general del Alba hizo importantes aportes como los siguientes:

«Con Chile, Argentina, Perú y Ecuador estamos trabajando iniciativas de manera conjunta. Este año Bolivia asume la presidencia pro-tempore del Qhapac Ñan, el camino de las personas que viven bien, el camino de nuestros ancestros. Todos juntos hemos trabajado para que ese camino de la integración y de la unidad sea proclamado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco».

«Todos somos hermanos, no solamente en Suramérica. Cuando vengo acá tengo esa apertura para dialogar con el hermano chileno que busca justicia, soberanía y fraternidad porque necesitamos construir una buena vecindad para garantizar la paz para las futuras generaciones, no podemos seguir fomentando el desencuentro ni la división de nuestras familias. Vengo con esa intención de conocer sus problemas y ver qué podemos hacer juntos porque las soluciones no están sólo en manos de nuestras autoridades, sino fundamentalmente en manos de nuestros pueblos».

«Hoy vivimos las consecuencias de la aplicación de un modelo de desarrollo capitalista occidental: tenemos pobreza, desigualdades, problemas de migración, crisis hídrica, alimentaria, energética, financiera, institucional. Frente a esta crisis global se levanta una propuesta desde nuestras raíces, desde las culturas milenarias que han preservado códigos y valores, el Vivir Bien”.

“Estamos emergiendo desde abajo, recogiendo principios como ‘jiwasa’, que significa ‘no soy yo, somos nosotros’, es decir la muerte del egocentrismo porque con esta crisis también nos han traído el individualismo, el egoísmo, la división. Lo que plantea el Vivir Bien es volver a ese camino de equilibrio y hermandad, volver a ser jiwasa, no solo los seres humanos sino todo lo existente».

“Nuestro planeta es redondo, nuestra economía tiene que ser circular, no lineal. No estamos de acuerdo con esa linealidad de acumulación porque estamos yendo en contra de nuestra naturaleza incluso. Y una economía circular, así como somos, como nuestro planeta, implica redistribución”.

“Para el 50° aniversario del G-77, 130 países se reunieron en Bolivia y confluyeron en la necesidad de construir un nuevo orden mundial con justicia social para Vivir Bien, es un mandato y países como la India, China, Grecia, Irak, México y Bolivia ya trabajamos para recuperar estos códigos porque consideramos que las respuestas a esta crisis global las vamos a encontrar en las culturas milenarias que plantean garantizar el equilibrio y el estar bien individual y colectivo para alcanzar a ser personas sanas”.

“El mar es parte constitutiva de nuestra identidad, en el pasado teníamos acceso al Pacífico y al Atlántico. La misma Corte Internacional ha expresado que Bolivia nace con mar, nacimos con mar y por culpa de intereses ajenos hubo una invasión y perdimos ese acceso. El otro día me hizo emocionar una boliviana porque en una intervención dijo que las bolivianas y los bolivianos nacimos con un tatuaje en nuestros corazones, se llama mar”.

“Todas las guerras son provocadas por intereses ajenos (en el caso del conflicto entre Bolivia y Chile fueron las empresas salitreras anglosajonas), hay que revisar de manera conjunta nuestra verdadera historia, los niños necesitan saber, es un derecho de las futuras generaciones, y tenemos que tomar consciencia, si es que hemos cometido injusticias, corregir todos los errores y enfrentar. La OEA tiene una resolución que dice que esto no es bilateral sino hemisférico y de interés permanente, dice ‘resuelvan, pero con una salida soberana’”.

“El 99 por ciento de los bolivianos sabemos que el único candidato que garantiza estabilidad económica, social y política en Bolivia se llama Evo Morales. Los empresarios, en las universidades, las organizaciones políticas de izquierda y derecha, los maestros, los campesinos sabemos eso. Y necesitamos trabajar esa estabilidad, por eso el pueblo boliviano y los movimientos sociales nos apoyan, porque esa estabilidad nos ha permitido crecer y superar muchos problemas, poco a poco implementar leyes que defienden los intereses nacionales, hay resultados, estamos superando la pobreza extrema”.

“El día de las elecciones es cuando cada uno ejerce soberanía y tenemos que hacerlo para defender la identidad, nuestra filosofía, los logros para que esto pueda continuar. Nosotros hemos sufrido lo que es la inestabilidad, teníamos un presidente cada año, estábamos mal. El presidente tiene un apoyo que nos va a permitir continuar este proceso de cambio, trabajamos para ganar, nuestro proceso va a continuar y vamos a seguir ganando”.

Fotografías: Roberto Muñoz, Centro de Estudios Francisco Bilbao.