Bolsonaro y Macri son ahistóricos dinosaurios

Jun 09, 2019 Ramón Ábalo Opinión Comentarios desactivados en Bolsonaro y Macri son ahistóricos dinosaurios

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«Dos potencias se saludan”, dijo aquel grande del boxeo argentino Gatica al saludar a Perón que había concurrido al Luna Park, especialmente, para verlo pegar piñas como si fueran garrotazos. Y claro, uno y el otro, desde el lugar y nivel que se desempañaban, eran POTENCIAS. Y ahora, por aquí, en esta Sudamérica sufrida y metida en la cloaca del ultraliberalismo, de la mano de Macri, en la Argentina, y Bolsonaro en Brasil, para nada pueden representar, de cada una de sus fronteras, que son potencias. Para nada. Y menos al erigirse en los mayores cipayos tras los faldones de  Trump.

Ni Bolsonaro, ni Macri y algunos otros lame potos yanquis de esta parte del mundo, tienen piné para declarar una especie de guerra ideológica, a las reivindicaciones populares con olor, para ellos, a socialismo o comunismo. Y es una guerra declarada y en plena acción desde los tiempos inmemoriales de la humanidad. Y si no ahí tenemos a Jesús, hace milenios, llamado por la historiografía universal el primer comunista de la historia, de esa historia memorable, por ejemplo, de las luchas de los esclavos, de los campesinos, de los deseheredados del mundo, desde  aquel del homus sapiens todavía cuadrúpedo.

Apenas unos días atrás en el universo mil veces milenario, millonario, por ejemplo, en los años 841-847 campesinos de la Europa central, incluso de Inglaterra se sublevan encabezados por los llamados hombres libres, y los libertos, las dos castas inferiores, de las tres que los sajones clasificaban a los  esclavos. La superior de todas era la de los nobles. La furia de las revueltas de los campesinos libertarios contra los poderosos son universalmente respetadas pero también típica es la imagen de la incontrolable violencia grupal del ánimo rebelde. No era para menos.

Y, claro, Jesús murió crucificado pero resucitó. Y como dice el poeta, «LOS MUERTOS QUE VOS MATAIS GOZAN DE BUENA SALUD».

Y la rebeldía humana es imparable cuando lo es para defender lo ganado en las luchas libertarias por los derechos a una vida mejor. Derechos por los que tanto el socialismo como el comunismo no son sino vehículos de acción que se manifiestan, reiteramos, desde siempre, en la conciencia de los pueblos y en toda épica histórica desde tiempos inmemoriales. Son herramientas ideológicas para las transformaciones de la realidad y favorecer esa lucha para beneficio de la vida de los humanos, de todos, sin excepción.

No lo saben, o no lo quieren interpretar, tanto Bolsonaro como Macri son ahistóricos, como los dinosaurios, y se creen que con solamente un relato anti,  el presente y el futuro de argentinos y brasileños, les pertenece. Desconocen, esclavos como son de Wall Street, que socialismo y comunismo devienen del pensamiento de los mismos hombres de la caverna cuando adoraban a los dioses de la naturaleza, o sea el sol, la luz, el aire, el agua para exigirles una existencia mejor. O sea, en principio, alimentarse, saciar la sed, respirar, la luz. Desde el primer hálito de su existencia, la de Adán y Eva, la procreación de la vida humana. Por eso, socialismo y comunismo ya son. HACE RATO.

La filosofía marxista –socialismo y comunismo– es visión y síntesis de la preservación del mundo, de la humanidad, de la sociedad de los seres humanos y de la naturaleza. Es decir, LA PRESERVACIÓN DEL UNIVERSO. En el canasto de las basuras lo pasado y pisado que será en breve el capitalismo imperialista yanqui. Y antes, sus amanuenses sudacas BOLSONARO y MACRI.

happy wheels

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