Con Uber aumenta la precarización

Sep 22, 2018 Ramón Ábalo Mendoza Comentarios desactivados en Con Uber aumenta la precarización

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Desde  diciembre de 2015 vuelve a tener vigencia en la cotidianidad de los argentinos un vocabulario que en tiempos de Cavallo, de Dela Rúa, de Menem, y otros similares, recibían calificativos que los pintaba de cuerpo entero por  sus tareas de acción política en los meandros de la institucionalidad. Vocabulario de la jerga popular y, por lo tanto, con una exactitud que no se observa en lo académico. Y hoy ese repertorio verbal con aproximación a la realidad adquiere sentido de  verdad verdadera en esa cultura popular; o sea, aquello de cipayo, entreguista, vendido,  malparido, lameculos, vendepatria,  gorila, alcahuete, chupamedias, capangas, malandrines, cabrones, carajos, buchones y botones, orejeros, maricones, mierda podrida, milicos, shushetas, yutas. CEOS. 

El diccionario tiene muchos calificativos más y similares como identificatorios de los personajes principales y  responsables del drama social, económico que viven hoy en día los millones de argentinos, y demás pobladores. Recuerdo que mi abuela Gaudiosa solía decir para referirse a los malparidos: «no tienen perdón de Dios...».  Ni Macri ni Cornejo… menos el FMI y el capitalismo imperialista de yanquilandia.

Y esto viene a cuento por la presencia cierta ya en las calles porteñas y otras ciudades, y pronto aquí en Mendoza,  del llamado UBER, sinónimo de transporte de pasajeros mediante autos con sus dueños en función de choferes, como los actuales taxímetreros y remiseros, con la diferencia de que éstos tienen una patronal que debe cumplimentar con las leyes sociales.  Pero además, ese patrón corre por su cuenta y riesgo de todos los elementos que compete al mantenimiento del vehículo, como además de las leyes contributivas para las arcas del Estado.

Pero con UBER nada de nada. Sí, claro que sí, pero solamente para UBER  cuya representación institucional lo es en California, EEUU. El negocio, prototipo  de los Macri y los Cornejo, cipayismo concreto, y demás calificativos que venimos enunciando sin tapujos, primero –lo lógico– la convocatoria deviene del espejismo de ampliación de la fuente de trabajo, por eso la convocatoria primera es hacia quienes –en general— son víctimas de la transfugada oficialista, que los recluta con el cuento de que pasan a ser posibles beneficiarios de un negocio fabuloso. Pero, claro, se necesita que ponga él su herramienta o sea el auto, el que compró  con la frágil indemnización  por su despido de un empleo. La convocatoria es como aquello de la zanahoria y el burro. De un sufrido laburante dependiente, se va a convertir en algo así como un patrón pero de sí mismo. 

UBER, se va a quedar con el 25 por ciento de la recaudación, pero no ha puesto nada de capital ni adquiere nada de responsabilidad social, o sea salario, jubilación, impuestos, patentamiento, tributos fiscales, etc. etc. etc… Solamente algún aparatito que controlará lo recaudado y seguramente  una estructura para la contención de la administración y control al milímetro. Así, en cien pesos se queda con 25 sin hacer nada, solamente con sus gastos administrativos y su aparatito recaudador en cada unidad.

El chofer será el patrón de sí mismo, el dueño del auto y el responsable de su mantenimiento y su propia fuerza de trabajo, el que estará horas y horas diarias para hacer el mango. Pero ese 75 por ciento que le queda, se disminuye en cuanto pone en marcha el vehículo porque corre por su cuenta todo el aparato de uso y mantenimiento: el combustible, el técnico, las cubiertas. Y seguramente que se la va exigir la contratación por su cuenta de los medios para los avatares de la salud, o de los accidentes. El seguro para su vehículo como también para terceros. Y la cuota de la compra del auto.

El reclutamiento está dirigido a un sector proletario que no tiene empleo, o ha sido despedido del que tenía, y adquiere un vehículo devenido por una endeble indemnización y algunos ahorros de él y su familia. La zanahoria, así, cumple su cometido. En Bs.As. el reclutamiento llegó a 750.000 personas, la mayoría de la masa de desempleados que deja la política social del macrismo. Y del cornejismo aquí en Mendoza, donde el reclutamiento lo ha sido algo más de 40.000,-

Para nada es una fuente de trabajo en medio de este drama social provocado por un régimen político que está destrozando y arrasando con las vitalidades de la Argentina. Y algo más, UBER  se va llevar toda la ganancia a su país de origen, pero  dejará el tendal de víctimas de PRECARIZACIÓN LABORAL.

happy wheels

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