Después de Dilma, los yanquis vienen por más

May 15, 2016 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en Después de Dilma, los yanquis vienen por más

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Ya el Libertador Bolívar anticipó la faena beligerante y de rapiñaje que iba ser la misión divina en la tierra de los descendientes cuáqueros ingleses que se aposentaron en el norte del nuevo continente, previo al exterminio de los pueblos originarios. Se institucionalizaron como Estados Unidos de América.  Lo de América, de paso, como identidad y pertenencia total del continente, desde el Beagle hasta el Magallanes, con una apetencia voraz hacia Latinoamérica anclada en esa tierra ilimitada. Desde las primeras generaciones de americanos del Norte, ya el afán de erigirse en dueños del mundo fue la constante, que tiene prioridad histórica en la territorialidad circundante. Apetencia que es el drama de territorios y pueblos asentados en estas latitudes. Lo percibió, lo vivió y lo sufrió el gran Rubén Darío, quien escribió algunas décimas al respecto: y en referencia a su patria Nicaragua:

Poeta romántico como era Darío, con toda esa sensibilidad de los centroamericanos, paulatinamente lo sería de toda la América al Sur del Río Grande, incluso México, al Norte se extendería el lamento nicaragüense. En la nueva Nación, prácticamente desde siempre los cuáqueros nativos impusieron el exterminio de los nativos y el esclavismo racial sin que los valores morales y religiosos -que alzaban como banderas civilizatorias- se los impidiera. Dirigentes y dirigidos  construyeron los cimientos de un nuevo imperio con la totalidad de las connotaciones de sus antecesores en el tiempo. Incluso lo que fatalmente señala la historia: SU PRINCIPIO Y FIN –

Sembrador de muerte y terror, de guerras, invasiones y asesinatos 

Desde 1776, ni apenas nacidos, los EEUU sembraron la muerte y el terror en el mundo. Las guerras, las invasiones y los asesinatos selectivos le dan identidad.

En 1955 colaboró con Inglaterra para el derrocamiento de Perón. Los capitalistas yanquis se apoderaron de la industria argentina en un proceso de desnacionalización de la economía que llevaron adelante durante 45 años y cuyo punto culminante ejecutó el gobierno títere de Carlos Menem en la década del 90. En 1953 promovieron el derrocamiento de Salvador Allende en Chile e instaló la dictadura de Pinochet. En 1975 promovió un golpe institucional contra el Gral. Velasco Alvarado, presidente del Perú y volvió a poner la economía en manos del FMI. En 1982 ayudó por 2a. vez a Inglaterra para que nos arrebatara nuestras Malvinas.

El cerco militar

A partir de 1992 hasta ahora EEUU instaló 21 nuevas instalaciones militare en forma de bases fijas, temporales o de traslado de tropas. En total ascendería a más de 70 unidades. Mirando el mapa se puede ver su presencia desde Paraguay, Argentina, Bolivia, Ecuador y Colombia. Reactivó las bases de Aruba y Curaçao para cercar a Venezuela, y otras instalaciones similares para controlar a Brasil. Durante toda la década del 90 agredió a El Salvador y financió el suministro de armas para contener el avance del Frente Revolucionario Farabundo Martí. En el 89 invadió Panamá y asesinó a sectores civiles y populares. En 1995 invadió nuevamente a Haití. En1999 financió la guerra contra el narcotráfico en Colombia y contra las FARC. Se quedó con territorio de México: Texas, San Francisco, California.

Vienen por más después de Argentina y Brasil

El objetivo inmediato es Venezuela. Es tanto el odio hacia el chavismo – lo que aún queda, que no es poco – que incluso lo van hacer por la vía clásica: la invasión militar. La debilidad institucional de Maduro no les alcanza para destituirlo «democráticamente». Después, o entre medio, le tocará el turno a Ecuador, Bolivia, Uruguay y Chile.

Aunque la Bachelet -su gobierno – nos está en el Unasur, las masas populares – trabajadores y estudiantes – no le dan apoyo para la Alianza del Pacífico, una hechura yanqui, esa mandataria también cae en la mira destituyente si llega el caso.

Con lo de Brasil ya tienen para el avance de destruir en la región a los pueblos respectivos con una clara y masiva militancia antineoliberal, anticapitalista-imperialista.

Para evitar el colapso, ya veremos que la democracia progresista no alcanza para la construcción de un país mejor, de un mundo mejor. Construcción posible con acciones revolucionarias que facilitará la agudización de la lucha de clases.

happy wheels

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