El «Cordobazo» marcando la cancha revolucionaria

May 31, 2015 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en El «Cordobazo» marcando la cancha revolucionaria

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Aquel 29 de Mayo de 1969, en plena dictadura represiva comandada por Onganía, fue uno de los tantos hitos históricos protagonizados desde 1806 por los diversos sectores populares de esta Argentina, la de entonces, con una resistencia verdaderamente revolucionaria, a la persecución, los fusilamientos, los asesinatos. La muerte, la muerte…

Persecución a las mayorías populares, al peronismo de la justicia social, la libertad económica y la soberanía política instaurada desde 1945. El terrorismo de Estado de las dictaduras militares al servicio de las oligarquías terratenientes, triguera y vacuna, servidoras de los imperialismos de turno, con la pretensión de colocar a la Argentina actual en el mismo nivel colonizado de las visiones del unitarismo, primero, y después de las diversas versiones ideológicas de la  derecha, fascistoide, oligárquica, del pasado que se enmarca desde la misma revolución de 1810 hasta el 2001/2002. Como respuesta, una rica historia de las luchas populares, muchas de ellas con perfiles realmente revolucionarios. Tal vez, o más expresivo en ese sentido, fue  lo que se llamó «el Cordobazo», obviamente por el levantamiento popular en aquella provincia el 29 de mayo del 69, pero que se fue gestando desde el mismo instante en que la mayoría de los sectores del trabajo y los estudiantiles en trepidaron en enfrentar a la dictadura genocida de Onganía.

En una nota anterior en esta misma página, ya hicimos referencia a este Cordobazo, pero nos interesa ahora los porqués de esta épica, que tuvo una culminación en los mismos cuarteles de la dictadura, que fue la caída del represor, emblema, no obstante, del terrorismo de Estado inaugurada en 1930 por el golpe uriburista.

Onganía le da el golpe al gobierno progresista del radical  Arturo Illia, con la complicidad de la burocracia sindical del peronismo derechoso, como Augusto Vandor, de los metalúrgicos, José Alonso, de los textiles, Coria, de la construcción, y tantos más. El golpismo instaura un nuevo proceso restrictivo  a la inclusión social, y a partir de esa política económica se implementaron una serie de medidas a fin de abrir los mercados internos a la voracidad de los monopolios extranjeros.

-Se desactivó la Comisión del Salario mínimo, vital y móvil y se congelaron los salarios.

-Se suspendió la vigencia del llamado sábado inglés, es decir, una vieja conquista. También se anuló  la vigencia del arbitraje obligatorio.

-Ley de represión de las huelgas y conflictos sociales.

-Intervención de los sindicatos y la CGT y se les retiraba la la personería gremial.

-Aumento de la edad para jubilarse y modificación de la ley por indemnización por despidos.

-Ley de Represión del comunismo y la vigencia de una ley de Investigación de Política Anticomunista (DIPA). Persecución a la militancia política y sindical.

-Intervención de la Universidad por considerarla «centros de subversión y comunismo». En ese contexto, estudiantes y profesores fueron desalojados violentamente de los  claustros, por la policía. Esta represión se conoce como «La Noche de los Bastones Largos».

El impacto en la conciencia de clase de los trabajadores mecánicos cordobeses fue un incentivo para la resistencia y el enfrentamiento. Desde febrero de ese año crecieron las tensiones sociales, a las que se habían sumado los estudiantes y los profesores la tradicional Universidad, donde nació la llamada Reforma, que influyó en toda Latinoamérica, y  por lo tanto, en las condiciones y los contenidos de la enseñanza universitaria.

Se consolidó un frente de lucha entre estudiantes y sindicatos de izquierda, o sea SITRAM y SITRAC, de la Fiat, verdaderos sindicatos clasista de trabajadores de la producción de automóviles y de partes ferroviarias. En sus programas de lucha, estos sindicatos y las agrupaciones estudiantiles exigían:

-Rompimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

-Expropiación de los monopolios.

-Suspensión del pago de la deuda externa.

-Fin de la burocracia sindical.

-Control de las fábricas y la producción por los trabajadores.

Políticamente el peronismo se radicaliza, aportando un componente ideológico que amenaza al sistema político y se renueva el componente antiimperialista y social a la luz de los procesos de las revoluciones cubana y china, como también la soviética y vietnamita. Este clima permitió la incorporación de los sectores de la juventud, entre ellos los montoneros. A fines de los 70, conocidos los documentos del Programa de Huerta Grande más una visión radicalizada del peronismo por líderes como John William Cooke, y la incorporación de militantes que provenían del comunismo, o sea del marxismo-leninismo, la lucha fue en dos frentes: contra los militares y contra el sindicalismo entreguista. Y lo fue, orgánicamente, con Montoneros en fusión con Fuerzas Armadas Peronistas y Fuerzas Armadas Revolucionarias. En paralelo, aparece fuertemente el Ejército Revolucionario Popular (ERP), marxista, con la conducción de Santucho. Proclamaban la revolución popular como el camino para construir una sociedad nueva, socialista. La Patria Socialista, bandera que levantaran las organizaciones peronistas. Y los líderes sindicales clasistas como Agustín Tosco, René Salamanca, José Franciskco Páez, Elpidio Torres y Atilio López.

Un momento visiblemente revolucionario de las luchas de los trabajadores y otras capas del pueblo argentino. Eso fue el Cordobazo de aquel mayo de 1969.

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