El juego táctico e ideológico del peronismo (II)

Feb 07, 2016 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en El juego táctico e ideológico del peronismo (II)

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Ya se sabe, si el peronismo -Perón- jugó tácticamente derecha-centro-izquierda, esencialmente su contenido ideológico fue totalmente popular con visión de la soberanía nacional, la justicia social y la libertad económica y financiera, que se concretó en la fortaleza del Estado y, por lo tanto, el rompimiento de las estructuras de una producción exclusivamente agraria para transitar la industrialización. La concreción de ello, en simultáneo, tuvo su sustento político con el logro del pacto social entre una burguesía nacional incipiente con un sindicalismo que venía desde 1879, pero totalmente libertario ante un Estado totalmente oligárquico y excluyente. Perón casi inmediatamente después del golpe del 43, se instala en la Secretaría de Trabajo, catapulta que le permitió el poder político en el 46.

Su objetivo fundamental -la industrialización- tuvo basamento estructural en la clase obrera organizada, es decir, en el sindicalismo. En este papel, esa clase obrera, ya peronizada, obviamente, fue parte del poder político, con algunos ribetes revolucionarios a instancias de la Evita la que aún en su papel de esposa del presidente hizo de su pragmatismo primero un corrimiento fuertemente de clase. De origen humilde, se erigió en la líder de sus iguales en la piel, carne y sangre del pueblo argentino. Fue el costado más sensible -socialmente- el peronismo de entonces y con tanta firmeza se instaló en la conciencia colectiva del pueblo, que le dio categoría ideológica y mayoritaria al peronismo. Y lo sigue siendo, no obstante los avatares de la política, las persecuciones y la derrotas momentáneas. Como asimismo de las debilidades internas. O, mejor dicho, de las deslealtades.

Ha ocurrido con el pase de varios diputados nacionales del Frente Para la Victoria, en la Cámara de Diputados de la Nación, a formar rancho aparte con la denominación exclusiva de Justicialistas. La defección era de esperarse en cuanto es el costado partidario del peronismo, o sea el PJ (pejotismo), o sea el electoralista, de esencia puramente especulativa, rentista. Se materializa en alto grado en las cabezas institucionales: gobernadores, intendentes, y algunos otros que devienen de ser cabeza en otros niveles institucionales. En el caso reciente que señalamos, el de Bossio, que se destacó como capo de la ANSES, el ente receptos de los aportes de los millones de jubilados y pensionados de todo el país, con un poder financiero que le permitió al kirchnerismo en el gobierno -Néstor y Cristina- la afirmación de la gobernabilidad en las políticas de inserción social su liderazgo popular.

No se debe apreciar como una traición, según se dice desde varios costados del peronismo, obviamente desde el kirchnerismo. En este caso aparece claramente la división clasista tradicional de las huestes del general. Con la huida al otro costado de los Bossio y compañía, están reafirmando su ideología derechista. En el peronismo eso es una práctica legítima, con antecedentes desde el origen, pasando incluso por la dictadura genocida del 76. Es la expresión de aquello «del péndulo» de Perón, especialmente desde el exilio, y que le permitió el regreso, finalmente, al país. Claro, el olor a traición también se huele, como decía un compañero de Unidos y Organizados, en el sector del kirchnerismo y sus aliados: en lo inmediato de conocer la ruptura: «cuántos vueltos le habrá costado al macrismo».

(Seguirá)

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• Diego Bossio, Evita, FPV, Kirchnerismo, Macri, peronismo, pj, Ramón Ábalo