El lugar de un padre, habitación 1520

May 26, 2019 La Quinta Pata Cine Comentarios desactivados en El lugar de un padre, habitación 1520

Por Mariana Palazzi

Mi comentario de esta semana es para la película Paris, Texas (1985) del director Wim Wenders con guión de Sam Shepard, inspirado en un libro del dramaturgo. Es interesante el dato de que la obra que inspira el guión se trata de material sensible del propio Shepard “Crónicas de Motel” (1982) libro que contiene fragmentos biográficos, así como anécdotas, incluso poemas producto de su estancia en carreteras, sus vivencias en un auto en la ruta, su vida como mozo, sus relaciones y su incursión en la escritura. Si bien la colaboración entre Wenders y Shepard no perduro, este film los puso a los dos bajo los reflectores con efecto suficiente para trascender en la obra.

Wenders en la actualidad es aclamado por su obra fotográfica, sus últimas películas no han tenido un éxito rotundo respecto de lo que la sociedad consume como éxito, se mantienen en la media siendo “Las alas del deseo” después de “Paris, Texas” su obra más aclamada, donde también es guionista. Shepard falleció en julio de 2017 a raíz de que padeció esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que va deteriorando las funciones vitales, sobre su propia muerte hizo un documental en primera persona como última obra; parafraseando a un estimado profesor que tuve “de eso nos morimos” respecto del deseo y el síntoma que es aquello que nos permite un “quehacer”.

Cuando se inicia la película encontramos a un hombre, Travis que camina por el desierto de Texas aparentemente sin recordar quién es. Su hermano acude en su búsqueda y de a poco va logrando que pueda volver no específicamente a un lugar sino al él mismo, no sabemos en principio a que teme Travis ni el porqué de su extravió, cuando ambos hermanos emprenden el regreso a casa algo de ese enigma se empieza a develarse sobre todo en los silencios que al principio son lo único que Travis le da a Walt, quien con amor y paciencia sostiene a Travis. Cuando ambos se encuentran en el hogar de Walt, las preguntas de Travis se encausan hacia un acto que a pesar de él mismo le permitirá encarnar su propia paternidad.

Desde el psicoanálisis la dinámica de la cual es producto un sujeto ha sido motivo de cuestionamientos y conceptualizaciones que se reformulan y se piensan de acuerdo a la época hasta que básicamente quien lo hace, muere. Lacan no escapa de esta situación y a medida que su obra avanzo él siguió pensando a la paternidad como la asunción de una función perspectiva que permite desprender a la función de preconceptos y prejuicios para pensarla como aquello que se juega en un lazo filiatorio significativo. Al principio de su obra el conflicto se presenta en las dos vertientes de la función paterna, la protectora y la prohibitiva. Al tiempo amplia la función a actuar como tercer término entre la dualidad del hijo con la madre, que tiene como objetivo impedir que esa relación dual absorba a sus integrantes causando padecimiento para ambos y a su vez canalizar a través de su figura el ingreso del hijo al mundo social. Esta situación en la película esta invertida, los personajes que se podrían pensar como guía están perdidos en su propia historia de amor.

En el film los diálogos dan cuenta del lazo que Hunter, el hijo de Travis ha establecido con ambos padres, incluso como se sitúa respecto de sus tíos que han hecho de padres. Hunter ha sabido ubicarse en esta estructura no sin reclamar que las funciones actúen que es lo que hace apenas su padre biológico y real aparece en escena. Es interesante lo confuso que es este ordenamiento en Boy (http://la5tapata.net/un-padre-posible/) no por la madre muerta porque en una ausencia hay presencia y a la inversa, sino por el tiempo subjetivo que les toma acomodarse en la estructura y lograr hacer algo con la transmisión que les da su padre a Boy y a Rocky. Travis en cambio será donador para Hunter de nada más y nada menos que su madre.

Esta peli se proyectó en la T.V Pública, en un ciclo llamado “Por amor al cine” presentando por Darío Sztajnszrajber (https://www.youtube.com/watch?v=FD8eMcsz3eM), les recomiendo esta invitación a ver la peli y extraigo unas palabras hermosas que están en el video: “Un hijo es una excedencia de amor, es excedencia porque sobrevive incluso a su desaparición, los amores empiezan y terminan, los hijos son huellas de nuestra historia pero son huellas vivas que nos obligan a seguir amando, nos obligan como si se tratara de un deber más allá de la razón, toca nuestra fibra más íntima porque son nuestra fibra, nos exigen apertura, el desprendimiento de nuestros deseos y sobre todo ir en contra incluso de lo propio. De la palabra propio proviene propiedad que es todo lo que un hijo no es, propio, porque no nos pertenece sino que se encuentra más acá de lo propio en la zona previa a las propiedades donde todo lo nuestro se constituye en el amor por el otro. Traer un hijo al mundo deja claro a veces la historia del fracaso de una pareja. El amor desarma. La última oportunidad de amar la da un hijo, el amor más allá del amor”.