Elecciones 2017: Ganó lo peor y perdió la traición

Oct 24, 2017 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en Elecciones 2017: Ganó lo peor y perdió la traición

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En el día de hoy, lunes 23 de octubre del 2017, la nafta comenzó a  venderse con un 10 por ciento de aumento. Ya se sabía: y  la que se viene es lo peor de lo peor para el pueblo argentino, para la soberanía política, económica y social, incluso la soberanía geográfica. No es una exageración de un perdedor o de un desafortunado militante nacional y popular herido por el resultado que arrojaron las urnas en las elecciones de este domingo. Ya se traman ejercicios militares y otras yerbas por el estilo con una total impunidad para hacer lo que se les dé en ganas. Bases militares  en dos o tres puntos estratégicos para el guerrerismo yanqui y sus acólitos europeos. Y las urnas le han dado un triunfo que le abre las huellas al macrismo para acelerar «las reformas»  de hace casi dos años de un gobierno depredador en nombre de una «santa alianza» con el capitalismo imperialista y su impronta productiva industrial-militar.

Ganó lo peor y perdió la traición. Lo peor, se encargaron de adelantarlo los mismos depredadores, es lo que se viene con el aumento de todos los ítems para el consumo cotidiano de los argentinos, o sea el pan, la comida, la salud, el trabajo, el salario, la educación. La tecnología la ciencia y la cultura en general. Los derechos fundamentales a la basura y sus transgresores serán -ya lo son – los más beneficiados.

Y perdió la traición, la de los justicialistas que se dicen peronistas pero juegan para el enemigo. Tienen nombre y apellido y una concreta identidad ideológica. Como se sabe, Perón formó el Partido Justicialista para exclusivamente el juego electoralista. Para la acción política e ideológica creó el Movimiento en el que se expresan la izquierda, el centro y la derecha. En el PJ, hablo de sus cúpulas, se instaló la derecha con rasgos tenebrosos de antipopular y antinacional. En los últimos cinco años, jugaron a la contra anti kirchnerista. Cristina que en Mendoza, por ejemplo, en las dos últimas elecciones, antes de las del domingo, se autoproclamaron militantes de las campañas electorales como «mendocinistas», con clara actitud anti K. Así les fue… así les va… así nos va…

Unidad Ciudadana ha venido para quedarse   

Cristina nunca fue derrotada en las lides electorales que participó en su larga carrera política. Tampoco este último round le ha sido negativo, porque Cristina será senadora y las cifras que lo confirman le dan unos puntos más que las que sacó en las elecciones paso. Pero lo trascendente es que se consolida como la dirigente opositora con más votos. Es decir con un liderazgo que la erige como la mayor en el peronismo, y asimismo, en el resto del arco político del país

Y si bien se le puede adjudicar un tono mayor a Macri, exclusivamente lo es por sus férreas adhesiones a las directivas de los monopolios, el poder mediático y las directivas de la embajada yanqui en Baires. En todo caso, un liderazgo del cipayismo nativo criollo.

Cristina, sin rasgo alguno de dramatismo post electoral, celebró el crecimiento de la fuerza, que se expresa cotidianamente y en síntesis en estos comicios, pues, repetimos, sacó más votos que en las paso, mientras que otros peronistas -algunos de «la primera hora» y gobernadores muchos- y que se postulaban con opción para liderar la «renovación del justcialkismo, tuvieron una jornada negra y descalificadora. Es lo que consiguieron los anti K (en verdad, antiperonistas, traidores), como Massa, como Randazzo, como Uturbey, éste peor, porque se autoproclamó «chupamedias» de Macri desde siempre. Hay varios más, entre los cuales resaltan  también varios mendocinos

Al macrismo le quedan dos años más frente al gobierno, suficientes para dejar un país en bancarrota, deshumanizado, colonizado. Se aprovecha de la democracia y se cree con derecho a hacer lo que se le antoja, como asimismo a retorcer la Constitución y las leyes para adjudicarse un otro periodo de tutoría cipaya . Pero los que corren son los dos años próximos, suficientes para promover, desde la movilización popular revolucionaria, acometer el intento y triunfar. Allá por el 1916/17, octubre, en el seno de los revolucionarios bolcheviques se discutía el momento de tomar el poder, acometiendo contra el Palacio de Invierno, sede del poder menchevique. En un momento dado, Trotsky propone el avance y la toma del poder a partir de ese mismo instante, Lenin le respondió que las condiciones todavía no estaban dadas. A los tres o cuatro días después, en un reunión y discusión similar, Lenin propuso que ya se tomara el poder, a lo que Trotsky se manifestó : «… cómo… hace tres días te opusiste porque las condiciones no estaban dadas…», a lo que Lenin respondió «… claro… ahora, ya, esas condiciones están dadas…». Se inició el intento y se triunfó. Claro, a las condiciones revolucionarias hay que crearlas y militarlas…

happy wheels

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