Gildo D’Accurzio, mecenas de la poesía

Feb 04, 2018 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en Gildo D’Accurzio, mecenas de la poesía

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Viejos libros de una biblioteca menguada en mi pieza, es la que cobija las letras impresas del parnaso mendocino y que fueron frutos de esa vocación solidaria, pues Don Gildo era imprentero y al mismo tiempo el gran amigo de los hacederos de poemas y literatura de Mendoza. Fue con un libro de poemas que se destacó, en un momento del quehacer cultural local, allá por las décadas del 40,50 y 60.

Precisamente, hace unos días, di con un libro de poesías cuyo autor fue NESTOR WALBERTO VEGA, que se ganaba la vida como ejecutor de letreros de propaganda, pero poeta por sobre todo. En este firmamento se lo conocía por «el loco» que, digámoslo, aun hoy todavía, así se los denomina a los hacederos de las arte, aunque Vega en eso tenía sus lados originales.

Dejo para otro texto el referirme al poeta que era Vega para afirmar aquella vocación de Don Gildo. Precisamente, este ejemplar de Vega es producto de una edición que Don Gildo concretaba en moldes de plomo y después libro, como una contribución sin costos para el autor en su imprenta, mediante una editorial que había bautizado COLECCION CLAVEL DEL AIRE. Seguidamente, un listado de los volúmenes publicados: Nº 1 SEGUNDO DILUVIO, de Fernando Lorenzo – Nª 2 DONDE HAYA DIOS, de Alberto Rodríguez (h) – Nª 3 TONADA DE LA PIEL, de Armando Tejada Gómez – Nª 4, GROI de  Antonio Di Benedetto  – Y 5, este de Vega titulado LOS NACIMIENTOS – editado con fecha 1958 – 

En la solapa de esta edición es el gran JUAN DRAGHI LUCERO que hace una reseña de la obra solidaria de Don Gildo: «El niño JUAN CARLOS D’ACCURZIO inmortal flor del aire para su padre- sigue rindiendo el fruto maravilloso del dolor en la belleza. El recuerdo maravilloso de su progenitor se transforma en sus bellos frutos. Ejemplo para muchos que gastan sus lágrimas en un dolor estéril.

«El ya celebrado y casi tradicional premio «JUAN CARLOS D’ACCURZIO» perdurará en los anales de la cultura mendocina. Levanta muy en alto dos grandes virtudes constructivas: su practicidad, concretada YA EN CINCO LIBROS y el valor del bello empuje en una tierra de febril sordidez. Este clavel del aire es una invitación perenne, angustiosa y radiante a detener a los que corren detrás del becerro… ¿Por qué no dar algo antes que sea tarde?»

happy wheels

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