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Jul 24, 2016 Eduardo Paganini El baúl Comentarios desactivados en Reflexiones en torno a Bairoletto (III)
Finaliza aquí esta entrega seriada sobre el rico material dedicado a los procesos de simbolización que se generan frente a los bandoleros rurales en general y a Vairoleto en particular. Hemos tratado de iluminarlo con algunas referencias complementarias como para dimensionar cabalmente el acontecimiento tanto en radio, teatro y cine. Para documentarse con imágenes reales de “el Pampeano” se sugiere visitar la valiosa página de la Fototeca Bernardo Graff, especialmente en el link https://fototecabernardograff.wordpress.com/2011/06/24/juan-bautista-bairoleto-1894-1941/
Sin dudas que el radioteatro constituyó una importante unidad de vehiculización del mito de Juan Bautista Vairoleto. El efecto masivo y multiplicador de la radio acercó a un numeroso público las andanzas y el perfil heroico de “el Pampeano”. La crisis mundial de 1929 había repercutido fuertemente en la Argentina e introdujo mudanzas importantes en la sociedad argentina. A partir de ella comenzó un nuevo ciclo económico expresado en múltiples actividades, que se combinó con el desplazamiento de miles de hombres y mujeres desde las zonas rurales hacia las grandes ciudades. El resultado fue la emergencia de un nuevo protagonista de la vida política, social y cultural: las masas. En el ámbito familiar, el instrumento de cambio fue la radio. A partir de 1930, la magia de su sonido impactó en los centros urbanos importantes, inclusive en los pueblos más distantes. El éxito de la radiodifusión mostraba el impacto del crecimiento industrial sobre la vida cultural y modificaba los modos de reunión y el acceso a la información, pues ahora podían realizarse en el seno del hogar. Los años que van desde 1935 a 1960 son considerados como la “edad de oro” de la radio. Por la mañana, información y música; al mediodía, entretenimientos livianos; por la tarde, temprano, radioteatros —esa suerte de síntesis entre teatro y radio—; un poco más tarde, aventuras para los más chicos; por la noche, los programas de fondo: entretenimientos, preguntas y respuestas, comedias de costumbres, orquestas y cantantes. Al gran atractivo que de por sí constituía la radio se sumaba la gran atracción aportada por avezados actores que relataban las múltiples aventuras y peripecias de “el Pampeano”. Los radioteatros, esa gran apelación a la imaginación a partir de la palabra vacía, eran masivamente escuchados e intensamente vividos. Los referidos a la vida de Vairoleto son numerosos. La documentación escrita acerca de ellos escasea y no pocos son referidos oralmente por personas que manifestaban haberlos escuchado. Algunos de los que se conocen fueron transmitidos en las radios de localidades como Radio Ranquel de Río Cuarto (Córdoba), Radio Río Cuarto (Córdoba), LV22 Radio Huinca Renancó (Córdoba), Radio Colonia (República Oriental del Uruguay), Radio San Martín (Bahía Blanca), LS4 Radio Porteña (Bs. As.), Radio Neuquén (Neuquén), LT 14 Radio Urquiza AM 1260 (Entre Ríos), LU37 Radio de General Pico (La Pampa). También en distintas radios de localidades de las provincias de Mendoza, La Pampa, Neuquén, Santa Fe, provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Río Negro, San Luis 64 [i].
Uno de los radioteatros más difundidos fue Lo llamaban Bairoletto estrenado por Liberto Pecci el 5 de mayo de 1965 en el Teatro Marconi. En una entrevista reciente, Liberto Pecci cuenta que los capítulos de radioteatro duraban veintiocho minutos y que se empezaban a escribir teniendo en claro el final para poder ir manejando el suspenso. A partir de los quince primeros capítulos ya salían a dar funciones del radioteatro en vivo, es decir, adaptaban la pieza radiofónica para escenario, agregando escenografía, vestuario, efectos sonoros y luces. Para poder hacer las cincuenta funciones corridas que podía deparar una gira dejaban los capítulos grabados. En el caso de Lo llamaban Bairoletto llegaron a las doscientas presentaciones en vivo. Como puede verse, en muchos casos las obras pasaban del radioteatro al teatro, produciéndose así un efecto multiplicador, donde el público de la radio engrosaba la puesta teatral y a la inversa.
Bairoletto en la radio:
https://www.youtube.com/watch?v=yo66VP6AOzM
https://radioteca.net/audio/73-bairoleto-el-ultimo-bandido-romantico-argentina/
Con respecto a las obras teatrales, fueron y son numerosos las compañías y elencos que eligieron la vida de Vairoleto como sustancia de sus guiones. Algunas de ellas: El heroico Bairoletto (1997, Tandil), de Francisco E. Dacal; Mito y leyenda de un hombre llamado Juan, de Jorge Edelman; Bairoletto no ha muerto (San Rafael, Mendoza), de Luis Vicchi; Bairoletto, el Pampero (Mendoza, 1993), de Sonnia de Monte.
Se destaca el actor Jorge Edelman, quien con su obra —al mejor estilo itinerante de los Podestá— recorrió numerosos pueblos y ciudades de La Pampa en compañía de la viuda uno de los nietos de Juan Bautista Vairoleto. Cada presentación era un verdadero acontecimiento popular y el marco de público —muy importante— respondía entusiasmado con los giros de la obra, reflejando una vez más el atractivo de estas representaciones y la popularidad del mito en la zona. Se destaca también Germinal y Bairoletto, escrita por Alejandro Finzi y dirigida por José Luis Valenzuela. La obra, estrenada en mayo de 1996 por el Grupo de Teatro Patagónico Río Vivo, relata el imaginario encuentro entre el bandido pampeano y Germinal, el último chacarero. Los dos, utópicos y justicieros, se trenzan en un enfrentamiento conceptual y físico contra Doble Faz, un personaje que encarna el discurso inhumano del capital. Todo con la mágica ayuda de Santa Dolores de la Patagonia —refugio de tristes y desesperados— y la libertaria presencia de Gregorio Alegoría y el carpintero Chiappa. La obra transcurre dinámicamente en un clima de humor corrosivo y mágico ambiente, y al final —como en la vida misma— “se vuelve a escuchar el galope temerario de Bairoletto que dispara su Máuser contra los forajidos de siempre” 65.
La obra Resuellos del viento. ¿Dónde estás Bairoletto…?, estrenada en 1998, es resultado de una creación colectiva de Huepuray-Teatro Patagónico. A partir de relatos de la tradición oral y trabajos escritos, refleja el atractivo de la polémica figura de “el Pampeano” como eje de espectáculos culturales que intentan rescatar mitos y leyendas existentes en la cultura popular. Sumergida en un ambiente radioteatral, la obra combina actores, grandes muñecos y pequeñas marionetas, con lo que se logra un brillante resultado estético-visual.
Mito y leyenda de un hombre llamado Juan, de Jorge Edelman; Bairoletto y Germinal, de Finzi, y Resuellos del viento. ¿Dónde estás Bairoletto…?, de Huepuray, reflejan en sus textos la indomia[ii] de “el Pampeano” y su profunda inserción en el imaginario popular de amplias zonas del territorio argentino. Un hilo común atraviesa estas obras: el rescate de las historias libertarias que encarnaron solidaridad, admiración y dignidad, constituyéndose en innegable referencia popular de defensa —al menos simbólica— ante las injusticias de ayer y de hoy.[iii]
Bairoletto en el teatro callejero: https://www.youtube.com/watch?v=hBBt0j9FcuU
En 1985 se estrenó la película Bairoletto, la aventura de un rebelde, dirigida por Atilio Polverini y Sebastián Larreta. La cinta, basada libremente en los trabajos de Hugo Chumbita —“muy libremente” dirá luego el historiador—, contribuyó en cierta medida a la llegada de la historia de “el Pampeano” a un público nuevo, sobre todo si se tiene en cuenta que esta es una época en la que predominan las artes audiovisuales. Con algunos antecedentes en el Juan Moreira de Leonardo Favio o el Martín Fierro de Torre Nilson, esta suerte de western gauchesco —con un guión de escaso asidero histórico y nula consistencia dramática— fue el vehículo de acercamiento de la historia de “el Pampeano” a un público que, por edad o por ubicación geográfica, nunca había oído hablar de él o lo había hecho muy fugazmente. A su vez, las licencias narrativas del guión y la poco feliz ambientación provocaron un mayoritario rechazo de parte de los admiradores y “devotos” de “el Pampeano”. No obstante ello, la presencia de Vairoleto en el celuloide muestra una faceta más de las varias y distintas expresiones artísticas y formas de comunicación que colaboran a la propagación y pervivencia del mito de Vairoleto. Protagonista de páginas de los periódicos, de la poesía y el canto popular, del radioteatro y del teatro, era casi inevitable que su historia y leyenda llegara al cine. Más recientemente, distintos canales de televisión e incluso emprendimientos particulares han tenido como objeto la vida del bandido pampeano. En definitiva, una muestra más de la fascinación que ejerce el personaje.
Película completa en https://www.youtube.com/watch?v=06_42RnczFY
Otra unidad de vehiculización es la que representan los portavoces, aquellos que vivieron la época de Vairoleto o se han transformado en difusores de su itinerario. El concepto de “portavoz” está relacionado con el poder de la palabra. Como dice Pierre Bourdieu, no en el sentido de “lo que dice”, sino en la garantía de delegación de la que ese portavoz está investido. Ese poder y las características de ese discurso que porta un sujeto están basados en la posición que ocupa ese sujeto en un campo cultural determinado. Se trata de un sujeto “autorizado”, cuya palabra concentra el capital simbólico acumulado por el grupo, que le ha otorgado ese mandato y de cuyo poder está investido 67.
El caso de Telma Ceballos, la esposa de Juan Bautista Vairoleto, constituye un claro caso de portavoz del mito. Desde el mismo día de la muerte de su compañero se constituyó en una referencia viviente del mito popular acerca del bandido. Como dándole un anclaje humano a una historia de santos y héroes, Telma Ceballos constituyó y constituye una presencia multiplicadora del mito en la región. Nombrada “Mujer Histórica” por la Intendencia de General Alvear (Mendoza) en 1994 y distinguida por diversas entidades —entre ellas la Federación Gaucha de Mendoza—, es objeto de un profundo respeto popular y su vital presencia es un constante recordatorio del costado humano del mito de Vairoleto. Su versión de la muerte de “el Pampeano” generó polémicas y controversias, ya que contradecía la versión policial de los hechos sucedidos en esa madrugada del 14 de setiembre de 1941. La fría letra oficial establece que Vairoleto había muerto a consecuencia de los disparos policiales recibidos en el enfrentamiento en esa madrugada, pero, según su viuda, Vairoleto se suicidó. Telma Ceballos, objeto de innumerables reportajes gráficos y televisivos, constituye sin duda una importante unidad de vehiculización del mito de quien fuera su compañero. Su propia historia de vida representa un caso ejemplar de los grandes costos, pero a su vez importantes premios, de elegir transitar la vida con dignidad.
En el ámbito institucional, la comisión de homenaje “Juan Bautista Bairoletto” cumple un importante rol como unidad de vehiculización del mito de “el Pampeano”. Los antecedentes de dicha institución se remontan a 1975, fecha en la cual Héctor “Tito” Di Paolo, un comerciante de la zona, presenta un proyecto en la Municipalidad local para erigir un santuario que cubriera necesidades espirituales de los devotos y, a la vez, promoviera el movimiento turístico a esta región del sur mendocino. En 1992, el Club Hípico de San Pedro del Atuel decide realizar un homenaje a Bairoletto el día 14 de setiembre, día en que se recuerda su muerte. Con el apoyo de la emisora LV- 23 Radio Río Atuel a través del programa Cantares lugareños, dirigido por el periodista Carlos Alberto Franco, se promociona este acontecimiento, y se logra pleno éxito con la concurrencia al predio de más de dos mil personas. Posteriormente se crea la Comisión Juan Bautista Bairoletto, que prosigue la gestión para concretar la obra referida 68. La comisión de homenaje, con personería jurídica y sin fines de lucro, propugnó que la Municipalidad del departamento expropiara los terrenos donde Vairoleto y su esposa pasaron los últimos años de su vida y en ese terreno levantaron el “predio Juan Bautista Bairoletto”. En dicho predio, que cuenta con una reconstrucción del rancho de Vairoleto, transcurren verdaderas fiestas populares para los aniversarios de la muerte y nacimiento de “el Pampeano”, que forman parte incluso del recorrido turístico de la región. La comisión de homenaje colabora activamente en la permanencia de la devoción y admiración popular de “el Pampeano”. Las festividades organizadas por la comisión son ámbitos propicios para los relatos orales y el canto popular de las andanzas del “gaucho de los pobres”, como también una instancia excepcional para asegurar la permanencia y divulgación del mito popular de Vairoleto.
En la presente sección hemos intentado desarrollar las unidades de vehiculización del mito popular de Juan Bautista Vairoleto, describiendo las formas en que este mito se va alimentando, propagando y sobreviviendo. Como también detectar los valores y contenidos del mito que las distintas unidades vehiculizan y así entender qué significa el mito de Vairoleto en la cultura popular. Hemos observado cómo Vairoleto se eleva en el consenso popular hasta convertirse en una figura material y simbólica en defensa de los pobres y a su vez se han descripto distintas formas que utiliza la memoria social para mantener vivo el mito y la leyenda. La tradición oral y escrita, la poesía y la música popular, los portavoces e instituciones, el radioteatro, el teatro y el cine son algunas de las unidades que vehiculizan, transmiten y mantienen el mito popular existente alrededor de la figura justiciera de Juan Bautista Vairoleto. Estas unidades permiten que los bandidos puedan escapar al olvido, como también vehiculizan valores y adjetivaciones que, ligados a la figura mítica de “el Pampeano” y en retroalimentación con los sectores populares, van definiendo el significado y el contenido ideológico del mito. Los mitos resaltan valores esenciales. Entre los valores, contenidos y principios ideológicos del mito de Juan Bautista Vairoleto —transmitidos por las unidades de vehiculización— se encuentran el rechazo a la injusticia y a la cultura elitista, el culto al coraje, la rebelión anárquica contra los ilimitados abusos del poder, la exaltación romántica, el mensaje libertario en la presencia de un anarquismo socializante y un contenido religioso no formal. Valores como rebeldía, orgullo, virilidad, elegancia, honorabilidad, nobleza, dignidad, indomabilidad, disposición para la vida heroica, generosidad, amor a la vida sin sujeciones, destreza ecuestre y criolla, están presentes en el mito y en el imaginario popular[iv]. La función utópica que se atribuye aquí al mito se observa en esa nostalgia de algo perdido, como respuesta cultural a un presente que se juzga críticamente.
La idiosincrasia del pueblo convirtió en héroe a Juan Bautista Vairoleto y —como sostiene Linda Lewin en el caso de los cangaçeiros— su violencia era un admirado gesto de afirmación física en ausencia tanto de justicia como de cambio positivo a favor de los humildes 69. La violencia, en este caso de Vairoleto, supone la ocupación de un espacio opuesto a la autoridad de control. Supone resistencia a la autoridad. Los sectores populares disfrutan viendo triunfar a sus héroes, aunque ese triunfo signifique la derrota de la ley, del orden, de la justicia, en definitiva la derrota de una autoridad que custodia un orden social que los margina y desplaza.
Como se sostenía al principio de este trabajo, la cultura popular produce sus propios símbolos (o hace suyos símbolos ajenos) de acuerdo con sus necesidades colectivas. Esos símbolos se vuelven específicos del grupo y constituyen propuestas alternativas a la cultura dominante, ya sea nieguen, incorporen, resistan o asimilen elementos de ella. Si se entiende a la cultura popular como un conjunto contradictorio de prácticas y sentidos donde se entrelazan sujetos populares con sentidos populares, el proceso de mitificación de bandidos sociales en general y de Vairoleto en particular representa una construcción simbólica que tiene un mensaje de resistencia a la opresión del marco legal formal, a la falta de canales orgánicos de expresión del descontento y disconformidad respecto al reparto del producto social.
Fuente: Fabio Erreguerena, Del wínchester al milagro. Mito de Juan Bautista Vairoleto, Mendoza, Ediciones Culturales de Mendoza, 2005.
Referencias:
[i] Para estas llamadas a pie de página sin referencias informativas se ruega que se remitan a la correspondiente advertencia que se hace en la llamada [i] de Reflexiones en torno a Bairoletto (I) (http://la5tapata.net/reflexiones-en-torno-a-bairoletto-i/).
[ii] Sobre este vocablo se sugiere revisar lo expresado en la llamada [v] de http://la5tapata.net/reflexiones-en-torno-a-bairoletto-i/
[iii] Puede actualizarse este panorama en https://www.comecuco.org/node/112 donde puede anoticiarse sobre la obra puesta en escena últimamente en Mendoza de la mano del actor y director Ernesto Suárez.
[iv] El subrayado es nuestro.
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