Toda victoria es transitoria… toda derrota es relativa (I)

Oct 06, 2019 Ramón Ábalo La Pata Semanal Comentarios desactivados en Toda victoria es transitoria… toda derrota es relativa (I)

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Mi vieja, como todas las viejas de entonces, y de ahora también, solía decirnos a los hijos, aún menores y novatos en las lides de la supervivencia:….»muchacho… no cantés victoria si todavía falta rato para que termine el partido… un gol no es derrota del otro ni victoria tuya…». Y tenía razón. Las veces que he gritado victoria, o llorado derrotas, antes de que termine el partido!!

Y todo esto me viene a la cabeza, al espíritu y al cuerpo removiendo los rescoldos de la conciencia a partir de este domingo con el triunfo de lo peor de la condición histórica de los procesos transformadores de las sociedades. Y también, de los mejores,  de los que son impulsados por la dialéctica de la historia desde siempre. Es decir, por un lado, lo que ya fue y mata y asesina para seguir siendo y, por el otro, por lo que pugna por ser. Así ha sido desde siempre en la historia de la humanidad desde que el ser humano dejó  de andar en cuatro patas para pasar a ser bípedo.

No era seguro un triunfo pero se afirmaba que la diferencia iba a ser mínima, alcanzando, al menos,  para tener en la Legislatura -diputados y senadores- el espacio institucional que iba a poder restringir las bravuconadas del Ejecutivo en manos de Cornejo. El haber ganado en las PASO daba para abrevar en una casi cierta ilusión. Pero no ocurrió porque la diferencia da casi todo al vencedor, la UCR de Cornejo. Como suele suceder en la búsqueda de los por qué, la lista no es varia pero alcanza para dar en el clavo, o para, lo más lógico, encontrar  los fenómenos más certeros y dentro de una lógica tan endeble como lo es la previa de un resultado electoral. Le pasó a Macri, poco antes, y ahora aquí.

El desquicio electoral para los sectores populares y nacionales, que somos la mayoría de los de abajo, se rastrea y se encuentra al interior mismo de su representación, o sea, todavía, del peronismo, aquel que nació en el 46 ya orgánicamente institucional. Poco antes de esa fecha, Perón concretó en herramientas electorales el proyecto que se postula desde el mismo 1943 con el golpe militar. Sintética y concretamente, era la transformación del país en una perspectiva política, económica y social INDUSTRIALISTA. Obviamente, sin dejar de lado la esencia ruralista que hasta ese momento era la Argentina. La producción y renta rural -granos y vacunos- era la moneda fuerte del país. De ella había que servirse para industrializar.

Y para ello, conformó las estructuras para concretar el proyecto. Primero el partido para la lucha electoral, y lo fue cuando transó con el dirigente sindical de la carne, Cipriano Reyes, que ya tenía, por él fundado, el partido Laborista, visión europeísta por aquel laboralismo que tenía patente inglesa. Fue el aparato electoral con el que gana la presidencia en 1946. Ya en la Rosada, Perón rompe con Cipriano Reyes, y en reemplazo del aparato electoral, o sea el partido Laborista, funda el Partido Único. Para qué, se le vino encima la visión tilinga de la burguesía representada por el radicalismo de Balbín, y algunos socios, que pusieron en un brete a Perón que transitaba la institucionalidad con el mote de fascista.  Así que cambió lo de Único por el de Partido Peronista. Y, nuevamente, para qué!! De Inmediato le cayó el mote de personalista, que en política es también un estigma. Y entonces  aparece el Partido Justicialista. Pero el partido, para Perón, era tan sólo la herramienta electoral. Para la acción y la lucha política e ideológica la estructura en lo que fue -y sigue siendo- el MOVIMIENTO PERONISTA, que contiene la prédica en DERECHA, CENTRO  e IZQUIERDA. Y fue en el PJ en la que se instala, hasta hoy, la derecha. Es decir, lo peor, ideológicamente, de la conducción peronista. Hablamos de las cúpulas, para nada de las base pero sí son la materia subjetiva del peronismo derechoso. Y pesa cuando hay que ir a las urnas.

Pero hilando fino -o también grueso- la búsqueda de un racional por qué, nos da resultados. Y fue , nada menos que el presidente  nacional del PJ, el sanjuanino Giogia quien hizo un aporte realista cuando dijo «los mendocinos son gorilitas»… Y acierta en cuanto el antiperonismo clásico y tradicional del GORILISMO viene desde el mismo instante en que aparece el peronismo, y es  el radicalismo que se expresa desde entonces como la síntesis de la más aguda expresión política-ideológica contra el peronismo. Ni los conservadores oligárquicos de la pampa húmeda  pero sí el burgués balbinista. Desde la Unión Democrática del 46, un rejuntado contra Perón en las elecciones nacionales de entonces, fue el radicalismo  la avanzada, en sociedad con el socialismo y el comunismo, contra el general. Digamos de paso que el comunismo ya en 1948 hace un viraje hacia el peronismo, lo que relativamente ocurrió con el socialismo.

EL POPULISMO PERONISTA

La primera etapa del peronismo se incluye en el léxico del cipayismo como POPULISTA. Algo menos demoníaco, también como el primer Estado de Bienestar en el mundo, después de la Segunda Guerra mundial del 39. Y más ajustado a una dialéctica del materialismo histórico, un Estado Democrático Burgués.  La cuestión es que el peronismo, el de Perón, tanto de derecha como de centro o de izquierda, es que  y en esta Latinoamérica, tiene vigencia después de más de medio siglo -del 43 al 2019-, que supera experiencias anteriores similares en la región que apenas superaron lo que, según el saber popular, fue «un suspiro».

Y, claro, clarito, el enemigo fundamental de los pueblos, o sea el sistema capitalista en su ya larga etapa imperialista, con sus lacayos, no acierta a dar el golpe final para concretar lo de Fujimori, o sea que se terminó la historia, se terminó el Estado. El mundo es de los privilegiados del dinero, no de los laburantes, los pobres del mundo. Los CEOS amigos de  los como Macri y varios más, especulan con los dineros del Estado y  mucho más. Pero así como todo tiene un inicio, también todo tiene un final. Ese comienzo lo tenemos a mano. En la próxima con algo del final. Decimos algo, no el final propiamente dicho. Veremos.

Veremos cómo TODA VICTORIA ES TRANSITORIA, TODA DERROTA ES RELATIVA

happy wheels

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