Las elecciones (y Jean Paul Sartre)

Jun 09, 2019 La Quinta Pata Filosofía de bolsillo Comentarios desactivados en Las elecciones (y Jean Paul Sartre)

Por Sergio Cancio

Hay por lo menos dos sentidos de la palabra elecciones: las elecciones de este domingo en Mendoza por ejemplo, el proceso electoral, ejercer nuestro derecho al voto, y el otro más general, un sentido más amplio que contiene al sentido anterior, las decisiones, el poder elegir entre una cosa y la otra, o entre muchas. En ese segundo sentido piensa Sartre. Jean Paul, el compañero de Simone de Beauvoir, la filósofa feminista. Esta pareja de intelectuales hicieron historia con su existencialismo. Sartre es el pensador más popular, el más leído del siglo 20. Es uno de los más influyentes en Francia, su nación, en Europa y uno de los más influyentes en todo el mundo en el pensamiento de izquierda de los años 60, 70 y tal vez hasta hoy.

Sartre piensa que el mundo no tiene sentido por sí mismo, nada tiene sentido por sí mismo, sino que el sentido se lo ponemos nosotres. ¿Cómo le ponemos sentido al mundo? Con nuestras elecciones. Somos lo que somos por nuestras decisiones, somos responsables de nuestros actos, somos protagonistas de nuestra vida…nadie más es responsable por nosotros mismos que nosotros mismos. Más vale que siempre nos encontramos en circunstancias que no elegimos del todo: “Yo no elegí al actual gobierno, pero lo he tenido que atravesar, pero sin embargo puedo hacer cosas para que eso cambie, por lo menos intentarlo”. En última instancia siempre puedo elegir, aunque no sea lo mejor. Incluso puedo elegir por algo malo, conscientemente (“como algunos nos pretenden hacer creer, entre la kuka y el gato, me quedo con éste último y sus gatitos que serán malos pero lo otro es peor”). Éste es uno de los pilares de la estrategia de campaña del oficialismo.

Sartre decía que aquello que cada uno es la suma de sus elecciones previas. Una persona es lo que decide ser. La humanidad es plenamente responsable de su naturaleza y de sus elecciones. No somos más que nuestras propias decisiones. Cada uno tiene que inventar su camino. No somos libres de dejar de ser libres. Estamos condenades a ser libre; porque una vez arrojados al mundo, somos responsables de lo que hacemos.

Las elecciones a veces son insoportables. Siempre hay que elegir, que no nos queda otra. No nos podemos hacer los boludos. O en todo caso, podemos hacernos los boludos, pero eso también es una elección. Las elecciones en el primer sentido, las elecciones como proceso electoral, como el rutinario ejercicio de poner una boleta en una urna, y hacer cola el domingo en una escuela, es para muchos un bajón, algunos preferirían no tener que hacerlo, a veces hay cierta indiferencia, cierta actitud de hastío, de embole, sin pensar que detrás del proceso electoral, se nos va el barco al fondo o lo hacemos flotar, sin saber quizás que costó sangre, un montón de sangre, tener elecciones. Tener el voto, para el pueblo argentino, antes del 1912, fue un quilombo fiero, las oligarquías de este país controlaban las elecciones como querían, mientras que los laburantes eran explotados hasta el cansancio sin poder elegir a sus gobernantes. Antes sólo votaban los ricos. A partir de 1912, solo empezaron a votar los varones, y recién en la década de 1950 votan por primera la vez las mujeres. Todo ese camino no fue fácil. Pensemos en todas las dictaduras que una y otra vez suspendieron las elecciones y se colocaron en el sillón de Rivadavia, fusil en mano y con las manitos bien ensangrentadas.

Para Jean Paul Sartre las elecciones son lo que cambia la historia. La historia del mundo, la historia de nuestro país o la historia de cada uno de nosotros. La historia está permanentemente en nuestras manos…se usa mucho la canción e Joan Manuel Serrat o la poesía de Antonio machado, según como se elija mirar: caminante no hay camino se hace camino al andar. Estas elecciones, las de este año 2019 están en juego modelos muy diferentes de país, ninguno perfecto, porque en la historia humana nada es perfecto, ya lo decía muy bien Sartre: “la existencia es una imperfección”. Los modelos de país en pugna no son perfectos, pero las opciones abren caminos opuestos, antagónicos. Creo que Sartre no hubiese tenido dudas de para dónde inclinar su voto. Al mismo tiempo, me lo imagino siendo un tipo crítico con las dos opciones. La filosofía de Sartre tenía una mirada global de la historia, sabía que vivimos en el mundo del capitalismo, y en particular del imperialismo norteamericano y el europeo, frente a las naciones del tercer mundo que queremos ser libres, como Latinoamérica y sus proyectos de independencia. No dudaría en ver candidatos de un palo y del otro. No es casualidad que Bolsonaro venga a sacarse fotos con Macri, no es casualidad que el FMI banque financieramente al gobierno de Mauricio, como tampoco es casualidad que hoy, los candidatos del peronismo vienen ganando en las elecciones provinciales de los últimos meses, tal vez como un modo de expresar el descontento de los que menos tenemos contra las medidas de este gobierno.

Estamos viviendo tiempos de elecciones, están ya casi todas las cartas echadas sobre la mesa, sólo falta decidir, sólo quedan las elecciones. ¿Ustedes que piensan?