Les aislades del barro

Mar 29, 2020 Anark Patas en el barro Comentarios desactivados en Les aislades del barro

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La piba es tan jodida que decide aparecer en tiempos fantasmagóricos. En días de soledades amontonadas. En horas de encierros desequilibrantes. Justamente por eso son necesarias las apariciones que digan lo que no se ve a través de las cuatro paredes, que griten en los silencios de las urbes, lo que se silencia en el barro.

Quedate en casa, quedate en casa, quedate.

Sí, nos quedemos, pero intentemos que no sea sinónimo de desvinculación con un afuera que, si algunes lo sienten amenazante, otres, lo necesitan urgentemente para sobrevivir. Sabes bien de quienes hablo, del pibx que te cortaba el pasto o te vendía la bolsa de residuos, de la mujer que te limpiaba la casa o te cuidaba al niñe, del hombre que te construía la casa. De esos que ni a monotributistes llegan y  no clasifican en “situaciones excepcionales”, vocabulario diseñado para la burocratización de la empatía, control y vigilancia extrema sobre cuerpas y mentes.

Nos quedamos en casa y nos cuidamos, está muy bien, pero qué significa cuidarse-cuidarnos-cuidar, podríamos probar con resignificar esta praxis. Cuidarse y cuidar a otres sería ¿no registrarles en sus necesidades y padeceres? O aun registrándoles ¿convertirles en memes o en cadenas virtuales? Justamente cuando lo virtual es casi la única forma de ser en el mundo hoy, muches no están siendo, esmerilando algún sentido de identidad. Les presionan a estar conectades para sostener una vinculación, digamos como ejemplo, educativa, con pena de “ausentarles” un poco más del sistema del que se sostienen como pueden, y en esa batalla de estares se potencia el todes contra todes, la exigencia de presencialidades virtuales amenaza salarios y desdibuja las acciones solidarias y humanas (que las hay a montones y serán contadas en detalles cuando termine esto).

En estas desolaciones les del barro emergen una vez más mostrando sus existencias vulneradas y también les miserables que comercian, proyectan y accionan sus odios de clase, sus cegueras y perversiones planificadas desde aires acondicionados e internet full.  En estos aislamientos obligatorios y preventivos, deberíamos prevenirnos de los individualismos, deberíamos aislarnos de los mensajes incitadores a la gorra, podríamos bucear en la humanidad sencilla y solidaria, armarnos de bombas (virtuales) para recordarles a les de arriba que en suelo fangoso el virus de la pobreza mató y seguirá matando, y que también allí las redes de sostén resisten en cada bolsón de comida que se arma a escondidas, que allí los ninguniades sin aplauso se hacen presentes cuando otres se ausentan.

Esta piba se queda en casa pero retorciéndose entre la rabia, el dolor de otres y la invención creativa para estar con y para les del abajo. Les invita a meter las patas en ese barro.

happy wheels

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