¿Qué nos vuelve locxs?

Sep 24, 2019 La Quinta Pata Filosofía de bolsillo Comentarios desactivados en ¿Qué nos vuelve locxs?

Por Sergio Cancio

Hay un chiste que cuenta que entra un psiquiatra a la sala donde están todos los locos. Los locos están tranquilos, casi no parecen locos y están jugando a las cartas, excepto uno…que está arriba de un mueble con cara de loco. El psiquiatra se acerca y les pregunta: “¿ese de ahí que está haciendo?” Y uno contesta: “Y está reloco, se cree una lámpara”. El médico enojado piensa: “una lámpara se cree este, le voy a enseñar”. Gritándole le dice: “Baja inmediatamente de ahí!!!”. Los otros locos desesperados, le piden: “eh!!!! doctor nooo!!!…por favor…que sin luz no podemos jugar!!!”

El chiste muestra que adentro de la lógica de estos locos hay cierto sentido, cierta racionalidad…¿y no hay cierta racionalidad en toda locura? ¿Cómo sabemos que estamos locos o que no? ¿En qué momento dejamos la cordura y pasamos a la sinrazón? ¿Dónde está el límite que separa la locura de la racionalidad? ¿Ese límite… es preciso? ¿Es evidente? ¿No estamos todos un poco locos?

¿No te vuelve locx…la música, el cine, o la noche, el cielo estrellado, el amor, el sexo o un buen vino o una ganja con amigos? ¿Qué nos vuelve locos para bien? ¿y qué nos vuelve locos para mal: la crisis de hoy que no deja llegar a fin de mes, la injusticia, la violencia, el racismo, el machismo, los femicidios de este fin de semana, el de todos los días, qué?

En filosofía hay una corriente de pensadores que ha dedicado una parte importante de su obra al estudio de la locura, Michael Foucault, entre ellos, también Gilles Deleuze, Maurice Blanchot. Todos vinculados a un movimiento denominado de la “anti-psiquiatría”, un movimiento polémico, de psicólogos, psiquiatras, médicos, filósofos y “exlocos” que surgió a finales de la década del 60 y principios de los 70. Para ellos, no hay un método científico infalible que dé pruebas de la locura. Incluso cierto concepto de “locura”, la “locura” como enfermedad, en cierto sentido es una invención muy reciente, una construcción de la sociedad, la locura podría ser pensada como un invento…una manera de excluir a los que no se adaptaron ni adaptan a la necesidades del sistema y al modo de producción que necesita que nos levantemos temprano para ir a trabajar, cumplir un horario con rutinas y responsabilidades establecidas, ser productivo, ser dócil, ser consumidor, y sobre todo: tener para ser. Para ellos, en parte, nos vuelve loco el capitalismo, la economía de mercado, el orden social dominante. El sistema social necesita consumidores, ahorristas, gente con créditos y préstamos bancarios; no les sirve los outsiders, los marginales, y que mejor que encerrar a los marginales y que sean tratados como enfermos peligrosos, no vaya ser que el próximo seas vos…la locura funciona como un castigo ejemplificador para el que se automargina de las reglas dominantes del sistema. El que no se adapta, pierde. Termina en el manicomio o en prisión…dos formas muy “modernas y aparentemente muy civilizadas” del encierro, de la tortura de encerrar a alguien durante días, meses, años.

La anti-psiquiatría cuestiona a la psiquiatría su voluntad de “medicalizar” problemas que son de índole social. Las grandes industrias farmacéuticas, uno de los principales negocios del mundo, con la más alta tasa de rentabilidad, necesitan enfermos que medicar para abultar sus ganancias. Tal vez necesitaríamos una sociedad menos enferma para tener menos enfermos. Con más salud mental, necesitaríamos menos pastillitas de colores, o no?

Pero al mismo tiempo…la locura también puede ser peligrosa para cualquiera…para quien vive al lado de un loco… alguien que se ha vuelto loco evade la realidad, puede ser totalmente insensible frente al dolor ajeno y el propio, incluso, el loco puede ser alguien que disfrute con el dolor ajeno…que goce del dolor ajeno, lo que en psicoanálisis se conoce como un perverso. Y por lo tanto…deberíamos cuidarnos de aquellos locos que puedan dañar ¿Cómo? ¿El discurso de eliminar los manicomios…de desmanicomializar, no puede ser, al mismo tiempo, un excelente justificativo para que el Estado se desresponsabilice de su responsabilidad de cuidarnos? ¿Dejar en la calle, en total libertad a quienes pueden causar mucho daño a otros… es una solución? ¿Cómo se vincula esto con el debate de la inseguridad entre la izquierda y la derecha? ¿Cómo se vincula esto a los femicidios? ¿Un femicida es un hijo sano del patriarcado, pero no puede ser también un pervertido, un loco, que se estimula de un contexto y una cultura violenta y machista? ¿Cuántos locos violentos hay sueltos y bien adaptados en algún lugar de poder, por ejemplo, en un sillón empresarial o gubernamental o impartiendo justicia? ¿La insensibilidad de los poderosos no es acaso una forma perversa de comportarse…no hay cierta locura en las psiquis del poder?

¿Ustedes… qué piensan?