De este modo se cerró un capítulo de la crisis iniciada en el Gobierno luego de que Frigerio desmintiera acusaciones del titular del bloque radical de diputados, César Jaroslavsky, en el sentido de que YPF estaría financiando la actividad de los carapintadas; oportunidad que el político desarrollista aprovechó para elogiar a los militares rebeldes, y embestir contra las autoridades del Ejército, opinando que “acá hay una cúpula que no es obedecida, un gravísimo problema de destrucción de la disciplina”.

Un vocero del titular del arma, general Isidro Cáceres, consideró una “intromisión inadmisible” en la vida institucional de la fuerza los juicios de Frigerio, pero una señal de la gravedad de la crisis desatada por sus expresiones la brindó el portavoz presidencial, Humberto Toledo, quien en la mañana de ayer había afirmado que tales opiniones “son una acusación directa al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que es el Presidente de la Nación”.

Toledo avanzó más y dijo que “o acata a la conducción política dentro del marco institucional, o si no está de acuerdo, que se vaya”, lo que finalmente ocurrió.

“Pongo a su disposición mi renuncia al cargo de interventor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales con el que me honró al iniciar su Gobierno”, señala el primer párrafo del texto de la renuncia que Frigerio elevó a Menen con un encabezado que reza “Estimado Presidente y querido amigo”.

En el texto de la renuncia, Frigerio señala que “quiero en esta circunstancia reiterarle mi profundo reconocimiento por el coherente, firme y reiterado respaldo que recibí de usted a lo largo de mi gestión.”

“Entiendo que hemos cumplido con éxito la implementación de la primera etapa de la política petrolera impulsada por el poder Ejecutivo, llamada a ser la punta de la lanza de la revolución productiva”, agrega.

El martes pasado Jaroslavsky denunció que Frigerio mantenía económicamente a los integrantes del sector carapintada del Ejército con fondos de YPF, lo cual provocó la desmentida del funcionario. El miércoles, en declaraciones a Radio El Mundo, Frigerio descalificó al legislador radical, de quien dijo que “ha hecho tradicionalmente un negocio político de la provocación y el escándalo” y que deberá responder “personal, legal y políticamente por esta difamación e infamia”.

El funcionario gubernamental admitió, no obstante, que mantiene una amistad personal con el ex teniente coronel Aldo Rico y que creía conocer “íntimamente” el pensamiento de los carapintadas. “Aquí no hay ningún propósito desestabilizador —interpretó— sino la más firme convicción democrática y la más absoluta determinación de propiciar la estabilidad de las instituciones y el éxito del Gobierno del doctor (Carlos Menem)”, puntualizó entonces.

Frigerio recordó que, ya en 1987; su partido (el Movimiento de Integración y Desarrollo, (MID), que integra la coalición que llevó a Menem a la presidencia, hizo público su apoyo a la rebelión de Rico porque consideró que se trataba de una “manifestación de positiva transformación dentro de un Ejército cuya cúpula se había allanado y se había hecho cómplice de esa política de destrucción de las FF.AA.”

El accionar de los seguidores del coronel retirado Mohamed Alí Seineldín y del ex teniente coronel Rico en las últimas semanas obligaron al procurador general de la Nación, Oscar Roger, a dar instrucciones a los fiscales federales de todo el país para que citen a los responsables directos de las declaraciones formuladas en los últimos tiempos en relación a los supuestos planes golpistas de la conducción del Ejército.

Para el ministro, de Defensa, Ítalo Luder, simplemente “no hay problemas internos en las Fuerzas Armadas’’. La relación de Rico y Frigerio es muy estrecha, lo que ha motivado que el ex militar invitara al funcionario al casamiento de su hija, el año pasado, y que el dirigente político recibiera al líder rebelde en un campo de su propiedad en la provincia de La Pampa, en agosto pasado, cuando se suponía que el entonces militar permanecía preso en el penal militar de Campo de Mayo.

Jaroslavsky presentó, a finales del año pasado, y junto a varios colegas de bancada, un pedido de informes al Poder Ejecutivo donde solicitaba se averigüen las fuentes de financiación de Rico y sus seguidores. El intento del político radical no busca terminar con su denuncia en la Justicia, tal como le han exigido algunos legisladores peronistas, en caso de que tenga pruebas concretas. Por lo menos hasta ahora, el presidente del bloque radical en la cámara baja no ha demostrado tenerlas y más bien requiere del Gobierno que las obtenga, en una clara maniobra para hacer pagar “costos políticos” a la administración Menem.

[i] Para actualizar esta relación laboral se puede consultar http://diariohoy.net/politica/octavio-frigerio-vuelve-a-ypf-67460